Agnes, una cuota de sangre para la lucha LGBTI… en vano
Mely Arellano @melyarel Cuando Agnes Torres supo que Bárbara Lezama había sido asesinada, en abril del 2011, tuvo miedo. “Las personas como yo no viven mucho”, le dijo entonces a su mamá sin saber que un año después dicha sentencia habría de cumplirse. Su muerte, en marzo del 2012, ocasionó una movilización del colectivo LGBTTTI sin precedente. El gobierno del estado se vio obligado entonces a escuchar las necesidades del colectivo de la diversidad sexual, hizo promesas y lanzó compromisos. El Congreso no se quedó atrás -había que aprovechar la oportunidad de los reflectores- y cinco días después del homicidio […]