Artículos publicados por: María Gabriela López Suárez

El jardín en la casa era un lugar no solo bonito sino que ahí se hacía presente la vida.

El jardín en la casa

El jardín en la casa era un lugar no solo bonito sino que ahí se hacía presente la vida.

Foto: María Gabriela López Suárez

El valor de las memorias

¡Ya entendí compañera! Es una obra con doce relatos, que tiene como eje central a la castilla, que cuestiona sobre esta resignificación del castellano que muchas veces se desprecia, se excluye y se considera inferior a quienes lo hablan.

Foto: Gaby López

Habitar el desierto

El paisaje de ese día era algo distinto, el sol no se apreciaba, ni las montañas.

Antes de abrir la tienda, tenía como su ritual de la mañana ir a regar sus maceteras y los árboles que tenía en el patio.

Algodones en primavera

Antes de abrir la tienda, tenía como su ritual de la mañana ir a regar sus maceteras y los árboles que tenía en el patio.

Montañas de Chiapas. Foto: Ángeles Mariscal

Danzar la vida

Sonrió para sí; el paisaje de esa mañana le había recordado que aún con todas las vicisitudes la vida era una danza y danzar la vida en sus distintos ritmos, era un regalo muy valioso y necesario que cada persona tendría que descubrir y poner en práctica.

Foto: Vladimir Contreras Escamilla.

Cuando las voces viajan

Gracias al público, al universo, a la divinidad, a mi familia, a los medios que divulgan la columna y a quienes organizan los eventos literarios, por hacer posible que las  Voces Ensortijadas viajen.

Tuxtla Gutiérrez, Chiapas. - Foto: Ayuntamiento de Tuxtla Gutiérrez

Dejarse sorprender*

Emilia avanzó en su trayecto al trabajo, el centro de la ciudad dejaba sentir una especie de caos, sumado al tráfico que era característico antes de las nueve de la mañana.

PAU San Fernando
Foto: Cortesía

Lluvia en primavera

Como cada mañana acostumbraba saludar a sus plantas, abrió la ventana que daba al patio y se percató que el piso estaba mojado.

Parachico y teléfono celula. Foto: Cortesía

Extensiones del cuerpo

Observó que había poca gente en las calles. Alzó la vista, el tono del cielo era un azul  de los que apetece quedarse contemplando por un gran rato. Las aves parecían disfrutar el paisaje, Aurelia también se deleitó con la vista.