Para que las miradas sigan encendidas se requiere Ocote
“…estoy convencido de que el público plantea al arte exigencias mucho más diferenciadas, interesantes y también más sorprendentes que lo que suelen creer quienes deciden acerca de la difusión de las obras de arte. Por eso, cualquier concepción de arte, hasta la más compleja y elitista, puede encontrar un cierto eco en el público, aunque a veces éste sea modesto. Es más, está condenado a ello. Por el contrario, el debate sobre si la obra de arte determinada es comprensible “para la gran mayoría”, esa mayoría mítica, sólo añade confusión sobre la verdadera relación entre el artista y su público […]