Convocan al “Chicano Fest”, el primer festival por el reconocimiento y la inclusión de la comunidad de personas deportadas en Guadalajara

Convocan al “Chicano Fest”, el primer festival por el reconocimiento y la inclusión de la comunidad de personas deportadas en Guadalajara
Foto: Zona Docs

*Esta nota fue realizada por Zona Docs, parte de la alianza de medios de la Red de Periodistas de a Pie. Aquí puedes leer la original.


El “Chicano Fest” es el primer festival con el objetivo de visibilizar la cultura, el arte, la música y la experiencia de la población de personas deportadas que viven en Guadalajara. Círculos de lectura, conferencias, paneles de discusión, conciertos, muestra de carros clásicos, incluso, asesoría sobre asuntos migratorios, serán algunas de las actividades que se llevarán a cabo del 28 de abril y hasta el 7 de mayo. Las sedes del festival estarán dispersas en varios puntos del área metropolitana, como: el Parque de las Niñas y de los Niños, el Ex-Convento del Carmen, el Laboratorio de Artes Variedades (LARVA), entre otros. más.

Este festival surge gracias a la asociación civil “GDL-SUR”, quienes brindan rehabilitación, reintegración, orientación psicológica a personas deportadas dentro del Área Metropolitana de Guadalajara. Igualmente, lograron la colaboración de diferentes instituciones como la Embajada de Estados Unidos, la Secretaría de Cultura, la Universidad de Guadalajara y el Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Occidente (ITESO).

Por Leslie Zepeda / @lessep2

Fotografías por: Alonso Garibay Fernando Poire

Roberto Hernández Ramírez actualmente vive en Guadalajara, Jalisco, pero es originario de Culiacán, Sinaloa y se identifica como chicano, es decir que es una persona binacional, ya que vivió 35 años de su vida en Estados Unidos, en el barrio “Wilmas” en Los Ángeles, California al que llegó junto a su madre cuando era niño.

Roberto también es el director del “Chicano Fest”, el primer festival que pretende visibilizar a la población de personas deportadas de Estados Unidos que viven en Guadalajara. Desde su propia historia, como un hombre que fue deportado en 2004, relata lo que le motivó a crear este festival:

“Con la intención de que se muestre la otra cara de la moneda del chicano, que nosotros, me refiero a mí y a todas las personas que entienden lo que es una vida binacional. Es un movimiento donde damos a conocer la cultura, el arte, la música, la vestimenta, la costumbre, el lenguaje”.

Su director reconoce este proyecto como el primer “Chicano Fest” y explica que, si bien, como comunidad de personas chicanas en Guadalajara ya han generado actividades culturales en el marco de su activismo, esta vez han gestionado un festival completo, con la colaboración de distintas instituciones que puedan contribuir con otro tipo de vinculaciones, como: el de la Embajada de Estados Unidos que se han comprometido a brindar información migratoria a las y los asistentes.

“Ellos van a dar información para personas que quieran conseguir sus visas, para personas que hayan sido deportadas y quieran regresar o en el caso de que tu tengas un hijo que nació en Estados Unidos, pero que ya estés acá y quieras que él sea reconocido”, especifica su director.

Roberto Hernández Ramírez.

Asimismo, tanto la Secretaría de Educación Pública, la Comisión Estatal de Derechos Humanos Jalisco (CEDHJ), la Secretaría de Cultura, la Universidad de Guadalajara y Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Occidente (ITESO), participarán en este festival, algunas de ellas brindando espacios para su realización, contribuyendo con conocimiento académico, así como asesoría para personas en alguna situación migratoria.

“También acerqué a derechos humanos, igual, para personas deportadas, migrantes, que vienen de paso aquí, ya no hablamos solo del chicano, del cholo, sino que están dispuestos a dar información sobre tus derechos”, añade.

“Chicano Fest” tiene dos intenciones esenciales, la primera es: generar visibilidad a este grupo social que constantemente ha sido discriminado y también estigmatizado, así lo indica Roberto Hernández:

“Nosotros estamos acostumbrados a hacer rechazados, estamos acostumbrados a ser discriminados, en Estados Unidos porque allá éramos el ‘mojado’, el ‘beaner’ y aquí somos el ‘pocho’ cuando no somos ni de aquí ni de allá. Es una resistencia, una lucha que tenemos nosotros desde que somos jóvenes. No es nada nuevo para nosotros, simplemente lo que ahora hicimos fue impulsar que seamos reconocidos como una población específica, que podemos aportar, que necesitamos tener un trabajo y ser reconocidos, para eso falta mucho pero esto será la punta del iceberg”.

La segunda de éstas es apoyar, generar un espacio seguro para las personas deportadas, pero, sobre todo, ser una contención para aquellas y aquellos que al volver a México no saben cómo adaptarse al país. Que las chicanas, los chicanos al volver no se sientan desvalidos en la vida social, dice Roberto

Roberto Hernández Ramírez reconoce lo complejo que es volver a un país donde no tienes recuerdos, vivencias y que, a pesar de ser originario de él, no sentirse parte del mismo después de ser deportado: “35 años de mi vida, yo sueño en inglés, para que entiendan quién soy y de dónde vengo, yo les digo, es que yo sueño en Inglés, porque yo tengo una cultura binacional”, acepta Roberto.

En ello coincide Ricardo, director académico del “Chicano Fest”, profesor en la Universidad de Guadalajara y quien también vivió parte de su vida en Estados Unidos, por lo que, considera que este festival es una oportunidad valiosa para romper con esas formas de discriminación que se generan por los prejuicios, la falta de escucha y la estigmatización:

“Este es un evento cien por ciento de la comunidad chicana, claro que nos están apoyando y estamos muy agradecidos, pero la visión y mucho de la organización viene de nuestra comunidad. Yo siento que, pues eso, es un paso importante para las comunidades marginadas… es importante darles un espacio dentro de las instituciones reconociendo su propia experiencia, porque ninguna persona realmente va a entender la deportación a través del libro, entrevistas y teorías, la experiencia vivida es algo importante. Si realmente las instituciones quieren apoyar a los migrantes, quieren apoyar a los retornados, los tiene que integrar a la sociedad y la mejor forma de hacerlo es con la educación”.

Por ello, para las y los organizadores de este festival ha sido fundamental compartir con las personas asistentes actividades diversas, desde conocimiento académico, hasta aportaciones artísticas y culturales, todo desde su posicionamiento político a las diferentes formas de discriminación.

Chicano Fest se inaugurará este 28 de abril con la Lectura teatralizada de “Always Running” en las instalaciones del ITESO. También contarán con una conferencia de prensa y exhibición del arte chicano en Sala Juárez.

En este enlace puedes acceder al programa completo del “Chicano Fest” en su primera edición: https://chicanofestmx.com/events/#

“GDL-SUR”, la asociación civil que incentivó la creación de este festival y de la que Roberto Hernández es fundador desde 2010, ofrece distintos servicios para la integración de la comunidad de personas deportadas a México desde Estados Unidos. Brindan orientación a personas deportadas y también chicanas que en su retorno necesitan apoyo para adaptarse nuevamente al país, sobre todo, en el caso de personas con alguna adicción.

Aquí puedes encontrar mayor información acerca de la labor que desempeñan en “GDL-SUR”:  https://guanatosgdlsur.org/

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