“No queremos regresarnos con el corazón roto”: Arranca Jornada Nacional de Búsqueda en Vida en Querétaro

“No queremos regresarnos con el corazón roto”: Arranca Jornada Nacional de Búsqueda en Vida en Querétaro
Foto: Zona Docs

*Esta nota fue realizada por Zona Docs, parte de la alianza de medios de la Red de Periodistas de a Pie. Aquí puedes leer la original.

De 16 al 30 de agosto, colectivos de madres buscadoras del país realizarán la Jornada Nacional de Búsqueda en Vida, la cual se realiza en diferentes estados del país desde 2016; este año, buscan por primera vez en Querétaro
Texto y fotos por Nadia Bernal / @nbernaln_

“Los buscamos porque los amamos”, grita Yadira González, fundadora del colectivo Desaparecidos Querétaro, quien busca a su hermano Juan González, visto por última vez el 15 de junio del 2006 en la localidad de Los Ángeles, en el municipio de Corregidora. Junto a ella, la consigna de amor resuena de otras madres buscadoras, que llegaron un día antes de distintos estados del país para buscar en vida a sus seres queridos durante agosto.

Son las 10:30 horas. A las espaldas de las madres está el monumento a la Corregidora, ubicado en pleno Centro Histórico de la capital de Querétaro; sitio en donde, pese a los intentos por borrarlas, todavía se ven algunas pintas realizadas por grupos de mujeres que, en movilizaciones pasadas, exigían un alto a la violencia feminicida en el estado.

Frente a ellas, las vallas de color amarillo, colocadas por el municipio para inhibir el comercio ambulante de las artesanas otomíes, ahora están intervenidas con las lonas que aguardan los rostros de personas desaparecidas en México. Aunque no están todas las fotografías de las 110 mil 872 personas desaparecidas en el país, ni las 513 personas desaparecidas en la entidad, según el Registro Nacional de Personas Desaparecidas y No Localizadas (RNPDNL), las mujeres, y algunos adolescentes y padres, recuerdan que están ahí para buscarlos a todos, a cada uno de ellos.

La primera en hablar es Yadira. Frente a decenas de periodistas, denuncia que la jornada de búsqueda en vida arrancará sin que las familias puedan ingresar a los penales del estado; tampoco podrán buscar en el Servicio Médico Forense. Ambos lugares son fundamentales para encontrarles.

El titular de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC), Iován Elías Pérez Hernández, explica, se negó a responder los oficios enviados por los colectivos meses antes, en los que se le pedía la autorización para ingresar a los penales del estado.

Además, se le solicitó la presencia de la Policía Estatal para acompañar las labores de la jornada de búsqueda que realizarán en algunos municipios de la entidad; sin embargo, esto también les fue negado.

“Se negó a colaborar con los padres y madres del país y, sobre todo, con las víctimas de Querétaro, porque en Querétaro sí hay desaparecidos. Mi hermano Juan González fue desaparecido en el 2006 en el estado de Querétaro. Héctor Guevara fue desaparecido aquí en Querétaro en 2021. Margarita Vázquez Fuentes fue desaparecida en Querétaro y así podría enlistar muchos otros, que me llevaría bastante tiempo nombrarlos, pero no por ello que sean menos importantes”.

La Fiscalía General del Estado de Querétaro, presidida por Alejandro Echeverría Cornejo, tampoco dará ningún tipo de acompañamiento; no obstante, cuestionado sobre el tema un día antes, éste aseguró que la Unidad Especializada en Materia de Búsqueda de Personas se reunió en meses previos con estos colectivos y refirió que la FGE mantiene una tasa de eficacia del 90 por ciento en el esclarecimiento de los casos.

Para Yadira, el estado ha puesto trabas institucionales para reconocer el problema de las desapariciones en el estado.

Por ejemplo, desde el 2017, la entidad no ha realizado la homologación de la Ley General en Materia de Desaparición Forzada de Personas, Desaparición Cometida por Particulares y del Sistema Nacional de Búsqueda de Personas, la cual tiene la finalidad de distribuir competencias y establecer sistemas de coordinación entre las autoridades de los distintos órdenes de gobierno para realizar las búsquedas de las personas desaparecidas o no localizadas y esclarecer los hechos.

No sólo eso, Yadira señala que Querétaro ha sido el estado que mayor obstáculo ha puesto para que otras Comisiones Locales y Fiscalías realicen búsquedas en el estado; no obstante, no duda en decir que, pese a las condiciones, la jornada es una esperanza para las familias.

“El día de ayer me cuestionaban qué era lo que yo esperaba, de mi persona estoy más que agradecida porque justo cuando empieza esta jornada ya se acercaron conmigo tres familias de desaparecidos aquí en Querétaro, que no estaban acercados a ningún colectivo y para mí eso ya una jornada exitosa porque buscando nos encontramos. Esas familias estaban solas, sin ningún acompañamiento porque en este estado la Comisión Estatal de Atención a Víctimas no existe”.

“No queremos regresarnos con el corazón roto”, añade con micrófono en mano Lucy López Castruita, vocera del colectivo Voz que clama justicia por personas desaparecidas, quien viaja desde Torreón, Coahuila, a buscar su hija Irma Claribel Lamas López, desaparecida hace 15 años en aquella entidad

“Es muy triste, estamos preocupados porque no nos dan el acceso a Semefo y a los Ceresos; entonces, para nosotros esto era importante porque ahí hemos localizado a muchos. No queremos regresarnos con las manos vacías, entonces tenemos 15 días para que las autoridades hagan conciencia y nos abran las puertas que necesitamos en estos 15 días”.

En la foto que cuelga del pecho de María Cruz de León, su hijo, José Jesús Brayan, sonríe ampliamente. El sonido de su risa puede escucharse a través de esa imagen con la que su madre lo busca desde el 20 de septiembre del 2013, fecha en que desapareció en Santa Bárbara, en el municipio de Corregidora, lugar en dónde también vivía.

Mientras sus compañeras comienzan a avanzar del monumento a la Corregidora para dirigirse a la Catedral del estado, en donde se realizará una misa a las 12:00 horas, María se detiene por un momento para abrazar a Cristina Mejía, quien también busca a su hijo desde septiembre del 2010, José Salvador, originario de Querétaro.

Para ella, cada una de sus compañeras se han convertido en una segunda familia, porque en cada búsqueda se reconocen desde el dolor y el amor.

“Nos abrazamos con ese cariño, con ese amor de familia porque sabemos lo que la otra está sufriendo y lo sabemos en carne propia y aquí sí nos atrevemos a decir que su dolor es mi dolor”.

En ese espacio, Cruz de León recuerda que el mayor sueño que tenía su hijo José era comprar una casa, para que ahí viviera con su familia. Su gusto por el basquetbol y el rol que asumió como cuidador de sus hermanos menores, hicieron que su tiempo lo dedicara a trabajar en una hojalatería y a llevar a sus hermanos a jugar a la deportiva de su colonia.

Refiere que no hay avance en su caso; no sabe qué le pasó a su hijo ni en dónde está. Por ello considera que la falta de esclarecimiento en la desaparición de su hijo demuestra la falta de atención por la FGE para atender el problema de desapariciones en la entidad.

“Para empezar le dan el término de no localizado, que es un término, como lo menciona nuestra compañera Yadira, no es un término jurídico al cual se le da un seguimiento porque no localizado puede ser cualquier cosa. No tenemos un apoyo hasta el día de hoy o una atención integral como lo menciona la Ley de General de Víctimas, no lo tenemos, no contamos con él, yo, a nueve años, casi 10 ya, el mes próximo se cumplen 10 años, lamentablemente, donde hemos tocado puertas una y otra vez, pero siempre nos dan largas”.

Un poco antes de las 12:00 horas, las madres buscadoras y sus familias que las acompañan están cada vez más cerca del templo en donde se oficiará la misa. Algunas dicen consignas como “no son hechos aislados, las desapariciones son crímenes de estado”, algunas otras ríen entre sí; a ellas todavía les esperan 14 días de búsqueda por la entidad.

“Lo que siento es contradictorio porque sí, estoy cansada. Cansada con lo que vamos viviendo día a día, cansada de tocar puertas; que cada día una espera con las puertas abiertas, esperando que el que toque sea mi hijo, que una llamada sea de mi hijo, que una llamada sea para informarme de él, pero a la vez se conserva la vida, la esperanza y las fuerzas y creo que él es parte de mi motor de vida, el encontrarlo”, concluye María Cruz de León.

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