«Las viudas del chayote»

Cuando era candidato a la gubernatura, Pablo Salazar Mendiguchía se comprometió, si era electo gobernador, a definir “criterios de transparencia para el otorgamiento de recursos de los sectores públicos en el terreno de la comunicación social”. Después, en el Plan Estatal de Desarrollo 2001-2006 reiteró su promesa de establecer relaciones honestas y transparentes con los medios de difusión.

De haber cumplido su palabra, habría contribuido en la conformación de una prensa chiapaneca más profesional e independiente. En lugar de eso, prefirió mantenerla encorsetada al poder de Palacio y doblegada al poder feudal de los gobernadores.

Y es que transparentar la publicidad y otorgarla a los medios que cumplieran su cometido periodístico habría significado mantener contratos con Cuarto Poder y con El Orbe, los dos periódicos con los que protagonizó un enfrentamiento estéril y bilioso.

En realidad no le interesó mucho lo que dijera o callara la prensa chiapaneca, su prioridad era mantener buenas relaciones con la prensa capitalina, a lo que privilegió con exclusivas y publicidad oficial. Sus consentidos fueron Adela Micha, Leonardo Kourchenko y Carlos Marín.

 

El dinero y la saña

Por mucho dinero que hubiera pedido Cuarto Poder en convenios de publicidad, como el exgobernador se ha encargado de repetir, el desacuerdo pudo haberse quedado en diferencias editoriales, pero el político de Soyaló decidió ir más lejos: perseguir a la familia De la Cruz Morales.

Su plan fue desaparecer a Cuarto Poder, pero se olvidó que los tiempos habían cambiado. Si bien el periódico no recibió publicidad del gobierno estatal, la emergencia del PAN, la nueva configuración del PRI y la dinámica de una presidencia de la república que enviaba publicidad a los periódicos de provincia, le abrieron las puertas a la sobrevivencia.

Algunos funcionarios del propio gabinete pablista, sabedores que en la contienda había más de saña personal que motivos de Estado, apoyaron subrepticiamente al matutino.

No obstante, la persecución a la que se vieron sometidos los directivos de Cuarto Poder no tiene parangón en la historia de Chiapas, sobre todo, porque la prensa ha sido fácilmente controlable desde Palacio y no ha sido necesaria reprimirla. Conrado de la Cruz Morales padeció una injusticia y uno de los excesos del poder sin precedentes.

Pablo Salazar se unió así a gobernadores que habían encarcelado a periodistas: Ramón Rabasa, Tiburcio Fernández y Patrocinio González Garrido. La diferencia fue que sus predecesores habían liberado pronto a los editores. Él se ensañó.

El enfrentamiento con directivos de El Orbe y de Cuarto Poder no lo prolongó a la acera de enfrente, como sí lo hizo en su momento Juan Sabines quien embistió a reporteros.

De todos modos, hay que destacar el caso de Ángel Mario Ksherato, quien estuvo preso por delitos de difamación, y que hubiese bastado una llamada del gobernador para quedar libre.

Eso sí, en su mandato floreció la crítica y el periodismo de investigación como no se había vivido en Chiapas. No fue, sin embargo, una decisión planeada, sino fruto de las acciones colaterales de la particular forma de ejercer el poder y de relacionarse con los medios.

De todos modos fue tolerante con la crítica. Al inaugurar el periódico El Heraldo, el 29 de abril de 2004, expresó que “las buenas amistades tienen que ser críticas y si en este gobierno aceptamos las críticas de los que no son tan amigos, con más razón aceptaremos las que vienen de los amigos”.

Ley Mordaza

En su gobierno, el Congreso del Estado aprobó la ley más lesiva en contra de los periodistas de Chiapas, la cual incrementó el castigo para los delitos de difamación y calumnia. Si bien es cierto que ningún comunicador fue procesado por esta ley, sí se sembró la sospecha de que el régimen había endurecido su postura y que podrían registrarse casos de persecución amparados por esta reforma.

De entre los diputados que firmaron esta ley estaba Juan José Sabines Guerrero, quien en una de sus primeras acciones como gobernador fue modificar ese apartado, , y tendió los puentes rotos con los directivos de los periódicos perseguidos.

“Las viudas del chayote”

En su último día de mandato, Pablo Salazar se dio tiempo de calificar a periodistas y a editores como “viudas de chayote”.

Precisamente, por haber visto en el presupuesto para los medios como el chayo oficial, fue que no estableció una relación transparente como lo había prometido en campaña.

Si hubiese otorgado la publicidad oficial como un reconocimiento a los periódicos con mayor tiraje, mejor contenido informativo y los que ofrecieran condiciones laborales adecuadas a sus trabajadores, seguramente habría contribuido a la gestación de una prensa diferente, que no buscara al gobernador como su lector principal, sino al ciudadano de la calle. Y en ese escenario, hoy tendríamos medios más fuertes que recibirían publicidad por sus méritos y no por sus cánticos de alabanza al gobernador en turno.

 

6 Comentarios en “«Las viudas del chayote»”

  1. santiago
    8 septiembre, 2013 at 11:52 #

    O sea que Pablo tambien es responsable de eso? HECHF, es tanto como decir que si le propones matrimonio a una prostituta cantinera, automaticamente se convertira en dama de sociedad, no la jodan, esos medios seguiran siendo las putas del poder, ellos mismos asi lo quieren y hacen lo posible porque asi siga

  2. Luis
    5 septiembre, 2013 at 14:05 #

    El caso del Cuarto Poder, era más que necesario, es uno de los tantos aciertos de Pablo, ya que Conrado y secuaces, se jactaban de tirar gobiernos con una sola portada que publicaran, para ello, hay que recordar, cuantos Secretario de Estado, fue destituido, después de un despliegue a 8 columnas.

    Por muchos años Conrado, operó en la cafetería del Hotel Bonampak, ahí despachaba, convocaba tanto a directores como a secretarios, todos le rendían pleitesía, era un besa mano para la «Musha» como se le conocía coloquialmente.

    El error de Conrado y secuaces, fue publicar a instancias del Gobierno de Albores Guillen, que Pablo carecía de título profesional y por tanto de cédula para ejercer la actividad de abogado litigante que durante años ostento, es más al día de hoy, Pablo se enoja y te manda esa mirada de odio y rencor, con el simple hecho de recordarle su pasado escolar.

    Ese error hizo que Pablo, en su rencor, desde el 9 de diciembre de 2000, iniciara la persecución al Cuarto Poder y la «Musha», más que merecido, pero no era el modo, menos el ejecutor.

    Conrado se ensoberbeció, se sintió poderoso, pensó que su periódico podría tirar a Pablo, pensó que eran tiempos del PRI, cuando quitaban y ponían gobernadores, se le olvido a la «Musha» que ese tiempo, quedo como él, en el pasado.

    La embestida si fue brutal, pero «la Musha» vivía en París, que le preocupaba, tenia tanto dinero que desde allá dirigía todo, la muerte de Conrado, no se la cuelguen a Pablo, esa le llego como a todos, en su momento de gloria, se fue, de un paro cardiaco.

    Lo mismo le paso a Conrado hijo, ese si fue un encierro injusto, desquitarse con el hijo no tuvo tantita madre, muchos le dijeron que no lo hiciera, a varios ex colaboradores los regaño, incluso hubo mas de uno que amenazo con despedirlo, finalmente llevó a cabo su venganza, encerró al hijo de quien lo exhibió, para hacerle lo mismo, exhibirlo.

    Al tiempo que sale, de todos era sabido que Conrado hijo era afecto a las drogas, en su casa, ya en el gobierno de Sabines, murió, de un paro cardiaco también, esa muerte le llego igual que al papá, en su momento de gloria.

  3. Juana Alcazar
    2 septiembre, 2013 at 15:47 #

    Quienes leíamos los periódicos, y a veces solemos hacerlo actualmente, doy en parte razón a tu artículo…sin embargo, el gobierno no tiene porqué otorgar dineros a medios por tiraje, contenido y relaciones laborales, eso le corresponde al medio en si, porque ellos reciben ingresos por la publicidad que venden, y es parte del incentivo a sus reporteros y personal en general….y si logró hacer una prensa diferente, una prensa que investigara, aunque al final, lo que tanto se critica en los gobiernos y la manera en que manipulan y dominan la información que sale a flote, aquí lo hacían los propios dueños de periódicos que molestos por no contar con sumas millonarias en «chayos», le tiraban solo al que no les daba dinero…

    P.D. «Y es que…» (en tu párrafo tres) es un cliché incorrecto de los medios…pulan más su lenguaje

    • Sarelly Martínez
      2 septiembre, 2013 at 17:36 #

      Gracias por leernos y observar el texto. Todos los gobiernos en el mundo se publicitan, pero los más avanzados lo otorgan con base en el parámetro que comenté. Los europeos están en avanzada con «ayudas a la prensa» (así le llaman), lo cual permite que los periodistas realicen tareas de investigación, puedan servir al público y permitan construir ciudadanía.

    • Juan Cruz
      5 septiembre, 2013 at 11:54 #

      Y es que.. yo opino que todo se vale..

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  1. Pablo Salazar, en “el territorio del no poder” | Chiapasparalelo - 2 septiembre, 2013

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