Prohibición del glifosato es triunfo de las organizaciones campesinas y académicos

Prohibición del glifosato y el maíz transgénico en México. Foto: Frank Meriño / Pexels

*El 31 de diciembre de 2020 se publicó en el Diario Oficial de la Federación (DOF), el decreto presidencial que establece la sustitución gradual del uso del glifosato, con cuotas de importación hasta la eliminación total de su uso al 31 de enero del 2024, un período de transición donde promoverán alternativas sustentables, incluidas alternativas agroecológicas.


La Red de Acción sobre Plaguicidas y Alternativas en México (RAPAM) dio a conocer que el decreto presidencial también establece la revocación y abstención de permisos de siembra de maíz transgénico, como el uso de grano de maíz Genéticamente Modificado (GM), en la alimentación de las y los mexicanos hasta sustituirlo por completo en el mismo período.

RAPAM acentuó que, el triunfo es junto con organizaciones campesinas y académicos agrupados en la Campaña Sin Maíz No hay País y Greenpeace, quienes insistieron en la problemática de los plaguicidas de alto peligro en México.

Añadió que a publicación del decreto muestra la voluntad política de cambio dentro de las distintas secretarías interesadas en una transformación del sistema alimentario mexicano y que pudieron enfrentar opiniones contrarias del titular de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (SADER), del coordinador jurídico de la Presidencia, de las presiones de embajadas de Estados Unidos, Alemania, y del Consejo Nacional Agropecuario en el que participan las empresas transnacionales de plaguicidas como Monsanto.

Es así como, en los considerandos del decreto presidencial, invocaron al principio de precaución, procedente de la Cumbre de la Tierra y el Convenio sobre la Diversidad Biológica y el Protocolo de Cartagena sobre Seguridad de la Biotecnología.

El maíz uno de los productos indispensables en la dieta de los mexicanos, por lo que su producción es de suma importancia para nuestro país. Cortesía: Hacienda Chiapas.

Indicó que la adopción de esta medida se debió entre otras razones a que:

Con el objetivo de alcanzar la autosuficiencia y la soberanía alimentaria, nuestro país debe orientarse a establecer una producción agrícola sostenible y culturalmente adecuada, mediante el uso de prácticas e insumos agroecológicos que resulten seguros para la salud humana, la diversidad biocultural del país y el ambiente, así como congruentes con las tradiciones agrícolas de México.

Aunado a ello, mencionaron que, en los últimos años, distintas investigaciones científicas han alertado que el glifosato tiene efectos nocivos en la salud de los seres humanos como algunas especies animales, por ello, ha sido identificada como probable carcinogénico en humanos por la Agencia Internacional de Investigación de Cáncer.

También, porque diversos países han prohibido el uso de la citada sustancia en agroquímicos y muchos otros se encuentran evaluando la implementación de medidas similares y de otro tipo para proteger a la población.

RAPAM expuso que el artículo segundo del Decreto instruye a las dependencias y entidades de la administración Pública Federal para que, en el ámbito de sus competencias y a partir de la entrada en vigor del decreto, se abstengan de adquirir, utilizar, distribuir, promover e importar glifosato o agroquímicos que lo contengan como ingrediente activo, en el marco de programas públicos o de cualquier otra actividad del gobierno.

El maíz es el cultivo principal en los municipios de Socoltenango y Las Rosas, después de la caña de azúcar

El artículo tercero establece que, con el propósito de disminuir el impacto de la sustitución gradual del uso e importación de glifosato en la agricultura comercial, SADER y la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT) promoverán e implementarán alternativas sostenibles y culturales adecuadas al uso del glifosato, ya sea con otros agroquímicos de baja toxicidad, productos biológicos u orgánicos.

Lo anterior, con prácticas agroecológicas o con uso intensivo de mano de obra, que resulten seguras para la salud humana, la diversidad biocultural del país y el ambiente.

Asimismo, dicho artículo indica que el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (CONACYT) coordinará, articulará y apoyará las investigaciones científicas y desarrollos tecnológicos e innovaciones para la sustitución del glifosato.

Para tal fin convocara a las instituciones de educación superior o centros de investigación pública, e invitar a organizaciones de productores agrícolas, a la industria de agroquímicos, a las asociaciones de usuarios y productores de bioinsumos e insumos agrícolas orgánicos.

La Red de Acción añadió que, según el artículo sexto, con el propósito de contribuir a la seguridad y a la soberanía alimentarias y como medida especial de protección al maíz nativo, milpa, riqueza biocultural, comunidades campesinas, patrimonio gastronómico y salud de las y los mexicanos, las autoridades en materia de bioseguridad, en el ámbito de su competencia y de conformidad con la normativa aplicable, revocarán y se abstendrán de otorgar permisos de liberación al ambiente de semillas de maíz GM.

Esperamos que este decreto impulse un cambio de política más amplio para la prohibición gradual de los plaguicidas altamente peligrosos en México y la transformación del sistema alimentario. Por nuestra parte continuaremos en nuestra demanda para que de manera inmediata se cancelen el uso del glifosato como deseca antes de la cosecha en los cultivos agrícolas y para los usos en jardinería y otros usos urbanos, expuso RAPAM.

Seguirán planteando que para establecer cuotas de importación del herbicida y vigilar su cumplimiento se debe territorializar y reconocer el derecho a la información para saber dónde, quién y cuánto glifosato se usa en los distintos cultivos agrícolas.

Maíz, fríjol y el chile, elementos principales en la gastronomía de Amatenango. Cortesía: Bonito León.

Por otro lado, el frijol y el maíz son productos indispensables en la dieta de los mexicanos, por lo que su producción es de suma importancia para el país.

De acuerdo con el Servicio de Información Agroalimentaria y Pesquera (SIAP) al 30 de abril de 2020 en Chiapas se sembraron 114 679 hectáreas de riego y temporal. Con esas cifras, se posicionó como el cuarto mayor productor de maíz en México, seguido de Tamaulipas, Veracruz y Sinaloa.

El campo es sin duda uno de los principales protagonistas, durante la pandemia, debido a la importancia de la producción de granos, frutas y verduras que mantienen abastecido al estado.

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