El riesgo de un nuevo saqueo a Chiapas

Sería fácil tratar de olvidar, empezar de cero, seguir caminando negando el pasado, aún cuando sigan pesando las consecuencias de los agravios. Sin embargo, inevitablemente, cuando se pasa por alto una violación a los derechos, sobre todo a los derechos de la sociedad, lo que viene es la impunidad, y la repetición de hechos.

En el derecho internacional existe una figura denominada “garantía a la no repetición”. Lo que busca esta figura es garantizar a la ciudadanía que no se volverá a repetir algún caso de violación a los derechos humanos.

También está el Derecho a la Verdad: conocer lo que realmente sucedió; Derecho a la Justicia:  que los responsables de la violación a los derechos reciban un castigo; la Reparación del Daño:  que se intente revertir o aminorar los resultados de la violación a los derechos.

Estos son algunos de los elementos que ayudan a tener la garantía a la no repetición del delito, de los agravios y abusos de poder.

En Chiapas durante el sexenio pasado se cometieron diversas violaciones a los derechos no solo de una persona, sino de la sociedad. A sus derechos económicos, particular, pero no exclusivamente.

En Chiapas Paralelo presentamos en el reportaje “Sabines, la impunidad”, una serie de cifras que son solo una muestra del manejo deshonesto de los recursos públicos, y también la tendencia de esta administración, que pareciera querer ocultar de manera intencional el resultado de las auditorias, y la consecuente acción de la justicia que conlleva.

Luego de su publicación, a través de las redes sociales, lectores del reportaje transmitieron comentarios sobre la indignación que les dejaba esta situación, pero también su deseo de hacer un “borrón y cuenta nueva”.

Esto no será posible, primero porque sigue habiendo una afectación reflejada en despido, reducción de salarios y depresión económica general. Y segundo porque la deuda pública dejada por Juan Sabines  es de largo plazo y se tendrá que seguir pagando al menos por 20 años más.

Los gastos de Sabines, y la deuda de Sabines no es un tema acabado. En los hechos, hasta ahora no tenemos “la garantía a la no repetición”, porque no hay de por medio una acción de justicia.

No se trata de una venganza, ni siquiera de una obsesión, se trata de garantizar que no volverá a suceder. Que nadie se atreverá a irse del estado sin saldar sus cuentas.

Los gobernantes tienden, lamentablemente, a seguir los peores ejemplos y la ciudadanía, aún más lamentable, empieza a ver el saqueo como algo natural,  y prefiere tratar de olvidar. Lo único que nos va a garantizar la no repetición es un acto de justicia, que se repare el daño y se regrese lo que se llevaron. Pero esto no saldrá de cuenta propia de quienes ahora gobiernan, sino es la participación ciudadana la que puede mover, o no, estas acciones.

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