Es la transparencia…¡Estúpido!

Parafraseando un clásico: Es la transparencia lo que nos impide confiar en las acciones del gobierno en todos sus niveles.

            Las manifestaciones sociales de profesores, de campesinos, de transportistas, etcétera, tienen su origen en las negociaciones que a espaldas del pueblo hacen, como ocurrió con Proactiva y ahora quieren hacer lo mismo con SMAPA.

De ahí que para comprender la razón de los descontentos sociales deberíamos conocer con certeza los privilegios inmerecidos, los procesos establecidos y los mecanismos de transparencia. Mas no lo hay ¿Cómo es posible que ningún agremiado conozca con certeza los destinos de sus cuotas? Y todo porque los sindicatos gozan de una impunidad terrible pues no permiten ser auditados.

Entonces ¿Cómo destorcer lo torcido si cada vez se tuerce más?

El gobierno podrá tener las mejores intenciones, pero ya estamos hartos de saber que los servidores públicos siguen burlándose de los contribuyentes e indigna ser testigos de la gran impunidad de la cual gozan. Se regordean en Acapulco, Colombia, Islas Caimán, Panamá, Monterrey, Tijuana y hasta en la propia Tuxtla Gutiérrez.

Lo cierto es que en este gobierno, Manuel Velasco no ha aplicado aquello de desechar lo realizado por la administración estatal con el consabido cliché de que ahora al fin se harán las cosas como es debido, pues tiene que pagar todos los favores facturados por su compadre Juan Sabines, quien sigue burlándose y a través de su esposa envía fotos para llamar la atención ante esa sed de reflectores que le urge tanto como aspirar.

Cortinas de humo se fabrican desde la Torre “Chapas” para distraer a la opinión pública de los verdaderos problemas del estado. Se habla de SMAPA pero no se castiga a los culpables del quebranto. Se habla de obras incompletas pero no sabemos de ningún detenido. Se dice de hospitales inexistentes pero no hay castigo.

Velasco Coello se lava las manos de la misma manera que los legisladores del Congreso estatal y oculta las cuentas de Sabines que son por constitucionalidad, públicas, y para que no haya reclamos la mediocridad del circo llamado Liga MX BBVA Bancomer entretiene al populacho.

Nada dice de la inminente privatización de SMAPA porque el grupo Atlacomulco será el ganador de la licitación y sin duda, será propietario a través de un prestanombres. Cómplice de este silencio es también Samuel Toledo Córdova que desvía las aportaciones ciudadanas para los bomberos cobrados en los recibidos de agua.

Pero qué les preocupa, si en güerolandia toooodos coincidimos con la “política” de peña nieto (en minúsculas como él) y que en “Chiapas también queremos mover a México”[1]. El que debería moverse a despedir gente con dudoso pasado es este que dice gobernar en Chiapas y no estar pagando millones de pesos en inserciones publicitarias en medios nacionales y estatales para felicitar a su cómplice electoral, para lo cual gastó más de 5 millones de pesos en un solo día, y eso que estamos en austeridad.

Mejor Manuel Velasco debería mover sus “canillas” para correr del DIF a Daniel Palancares Noriega, quien como director del DIF en tiempos de María Gleason de Albores, distribuyó soya de consumo para animales en los desayunos escolares y jamás le cuadraron las cuentas, y para callar las críticas de periodistas recurrió a cierto sicario del periodismo para comprarlos.

También debe apresurar el paso para despedir a Francisco Zorrilla Rabelo dizque coordinador del Fondo de Fomento Económico, quien en tiempos de Ruiz Ferro  junto a su pandilla de chiapasqueños, dejaron cuentas oscuras en las diversas dependencias donde se inscrustaron, como aquellos donativos internacionales que desaparecieron del DIF pero que ciertas damas del voluntariado vendieron para “recaudar” fondos para los pobres.

Escasa información se filtran por las redes sociales que a veces tienen nombre y apellido; las demás desde las sombras como troles, legiones, etcétera, intentan remover las conciencias, pero del gobierno no tenemos nada. No informa y es su deber, su obligación inherente porque al pueblo se debe. Voces dicen: Hay un video que lo compromete. Otros asientan: son socios en varios negocios de las constructoras. Unos señalan: al grupo Tamaulipas le debe lo que hoy es y desde allá le dicen qué pensar.

Las burlas no cesan y ponen en duda sus preferencias sexuales, su excesivo protagonismo en las revistas de farándula; la ausencia de un plan de gobierno; su falta de discurso; su narcisismo; su novatez e inmadurez; los círculos que disfrazan símbolos LGBTTTI; su excesivo miedo a enojar al rey de Los Pinos.

Sus preferencias, tendencias, ansias, ánimos o arrechuras me dan igual. Pero a rabiar le aplaudiría si se faja los pantalones, mete a la cárcel y obliga a resarcir el daño causado al patrimonio público.

Ahora sí pasaría a la historia como el primer gobernador que comprobadamente detiene a saqueadores de las arcas públicas por encima de compadrazgos, que no tolera la impunidad ni la aplaude como ahora sí lo hacen con Absalón Castellanos Domínguez; no por algo el EZLN lo secuestró. Éste gobernador fue otro que dañó el erario chiapaneco y ahora hasta su hijo quiere ser parte de la teta presupuestal.

Si deja de ser Manolito y se convierte en Manuel, al pueblo no le importaría si es de derecha o izquierda. Aplaudiríamos que al fin, aunque sean prótesis o socorriéndose con el fotoshop que tanto le gusta, se los puso “bien puestos” y no dejó escapar a los cárteles del servicio público, del magisterio, del transporte, de los sindicatos y hasta de los periodistas y medios; pero no, no los tiene, y eso que hay granjas avícolas a pocos kilómetros.

No dude usted que al rato, con tal de crear otra cortina de humo, nos digan que Edward Snowden filtró que la CIA espió al gobierno de Chiapas ¿Qué podrían encontrar aquí que no sepamos todos? ¿Convenios con el narco? ¿Viajes a Francia para hacerse arrumacos? ¿Casinos clandestinos que se construyen en Comitán? ¿Qué… qué?

LA MAROMA

Trolles y “valientes” tras el anonimato ya empezaron a despotricar sin fundamentos, pruebas ni mínima vergüenza. Se debate con quienes tienen nombres, apellidos y fundamentos, no con sabandijas, delincuentes y ardidos escondidos en nicknames y en voces distorsionadas.