Las batallas del pequeño Samurai

Horacio Culebro Borrayas, El Pequeño Samurai,  enfrenta la segunda batalla  contra Juan Sabines Guerrero, El Zorrillo  Depredador. Foto: Chiapas PARALELO

Horacio Culebro Borrayas, El Pequeño Samurai, enfrenta la segunda batalla contra Juan Sabines Guerrero, El Zorrillo Depredador. Foto: Chiapas PARALELO

 

Horacio Culebro Borrayas, El Pequeño Samurai,  enfrenta la segunda batalla  contra Juan Sabines Guerrero, El Zorrillo  Depredador.

A golpes de katana  El Pequeño Samurai  acorrala  al hijo del Viejo Juan . Lo mantiene  contra las paredes del Juzgado Séptimo de Distrito de Amparo en Materia  Penal del Distrito  Federal.

La Auditoría Superior de la Federación  expuso en días pasados un informe con presuntas irregularidades financieras detectadas en  el gobierno de El Zorrillo Depredador, por  40 mil millones de pesos.

El monto corresponde  al 15 o 20% de los recursos enviados al gobierno chiapaneco por la federación, para fondos de  educación,  salud e infraestructura de comunicaciones.

Con tales elementos de prueba, el Juzgado realizará una audiencia constitucional este 28 de noviembre, para determinar la procedencia o no de la consignación penal a la PGR   en contra de  El Zorrillo Depredador y sus ex colaboradores.

Los  combates, a punta de katana  en los ámbitos jurídicos y políticos, librados por  El Pequeño Samurai  contra el ex gobernador chiapaneco (2006-2012)  empezaron en  2010.

Aquel año, el abogado cincuentón, casi enjuto, de mirada afilada e incendiaria,  puso de bruces al ex mandatario  con  una resolución de la Suprema Corte de Justicia de la Nación.

El recurso de inconstitucionalidad  tumbó un paquete de reformas electorales, con las cuales Sabines pretendió ampliar la gestión de diputados locales, a quienes también  otorgó  facultades para crear consejos municipales  en todos los  Ayuntamientos del estado.

El Pequeño  Samurai  enfrentó a las  huestes gubernamentales en los muros de  la prisión, que abandonó sin que  Sabines  consiguiera que le pidiera perdón como le exigía, a cambio de su libertad.

Las batallas de El Pequeño Samurai   y su katana, son descarnadas, sordas, a campo abierto, sin posibilidades de tregua , sosiego ni reposo.

Culebro Borrayas parece  diseñado para el fragor  y   las estampidas de batallas, por muy crueles y desgarradas que sean.

En su pequeño cuerpo aerodinámico, envuelto en guayabera pueblerina,  Lacho  se expande en cortos brazos y manos –garras dispuestas, a toda hora, a empuñar acometidas y defensas.

La lengua feroz y feraz  de Horacio lo mismo clama, aclama, reclama  y condena; cita e incita, en su búsqueda permanente de reflectores. Le gusta figurar, concitar la opinión y aparecer  como  mensajero salvador  al límite del martirio, el delirio y el absurdo.

Propicia la pelea en la que se busca y más de una vez  no se encuentra. Sale a las calles, vocifera  y enjuicia. Pleitea en los micrófonos de Radio Bonampak   y lanza sus epístolas,  cuya escritura  y contenidos remonta a las excentricidades de Don Ruma.

Se mimetiza en furioso basilisco. De sus prolongadas comisuras salta y salpica la lengua de fuego, que degusta el  anticipado triunfo.

Los rasgados ojos de El Pequeño Samurai recorren las piezas de su propio juego, donde Sabines es el enemigo a vencer. No importa el tiempo que dure la batalla.

En estos días, a ratos agazapado, a  paso presuroso  en sus zapatones desproporcionados,  con  la sempiterna efigie del búho y el crucifijo colgándole del cuello, Culebro  Borrayas  interpreta los tiempos de la política, de los acontecimientos y se ajusta al reloj de la temporalidad jurídica.

Embozado, katana en alto, El Pequeño Samurai aguarda.  Espera  asestar el  golpe final, que por segunda ocasión arranque  la cabeza de  El Zorrillo Depredador.

En abril pasado, el ex diputado interpuso en  la Fiscalía de Servidores Públicos de la PGR en la Ciudad de México, una querella contra el ex gobernador perredista y 50 de sus ex colaboradores, a quienes  esa ocasión se les responsabilizó  del endeudamiento “y desfalco de 40 mil millones de pesos”.

El  abogado pidió que, una vez reunidos las exigencias y requisitos que señalan los artículos 14 y 16 de la Constitución federal, se consigne la indagatoria al juez penal correspondiente.

En días pasados,  Culebro Borrayas  informó que la    Auditoría Superior de la Federación  turnó al Juzgado Séptimo de Distrito de Amparo en Materia Penal del Distrito Federal, un dictamen preliminar por presuntas irregularidades financieras de recursos federales durante la gestión de Sabines.

Afirmó  que con tales elementos de pruebas, el juzgado realizará una audiencia constitucional el próximo  28 de noviembre, para determinar la procedencia o no de la consignación penal a la PGR  en contra del ex mandatario y sus ex colaboradores.

Expuso que el informe ofrecido a la autoridad jurisdiccional se adjunta en el amparo, donde existe un tomo de aproximadamente 500 hojas y más de 12 anexos.

De ánimo jocoso, irreverente y festivo a El  Pequeño Samurai  bien se le puede criticar sus arranques desprejuiciados, sus  furias vociferantes  no exentas de intereses  político y ególatras; sin embargo, este profesional del derecho y del activismo público,  este hombre cabezón, de pequeña estatura, de andar casi lerdo, es el único que saca cara, armado de un valor primitivo para encabezar el reclamo y la impotencia ciudadana.

Culebro Borrayas  vive su tiempo, asume lo que cree es su papel histórico, como los antiguos samuráis de Oriente. Hace pues su  pelea con dignidad, arrojo y decoro  por las vías jurisdiccionales, si en un primer momento, los resultados fueron adversos, seguramente  emprenderá  una y otras tantas batallas como ya es práctica común en él.

Un comentario en “Las batallas del pequeño Samurai”

  1. Fidel Narvaez Martinez
    23 noviembre, 2013 at 8:23 #

    Yo también admiro la lucha de este hombre, pero metió ruido a su integridad, que le dieron una notaria ahora con el guero, por un lado, por otro quien lo subsidia? porque no creo que trabaje y tenga ingresos con producto de su trabajo, porque su trabajo es Sabines y de tiempo completo. Y por último un Notario puede litigar? Tengo entendido que no….

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