Para comenzar a entender la tierra caliente
Por Fernando Pérez Montesinos (*)
Por las razones más desafortunadas, la tierra caliente de Michoacán y algunas zonas aledañas han sido recientemente foco de una intensa atención pública y mediática. Con el fin de motivar una discusión provechosa e informada, a continuación presentamos una breve selección de textos que pueden ayudarnos a entender mejor la historia pasada y presente de esta región y sus pobladores.
1. Gerardo Sánchez Díaz, El suroeste de Michoacán: Estructura económico-social, 1821-1851 (Morelia: Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo, 1979).
Publicado ya hace tiempo, este libro sigue siendo uno de los pocos en ofrecer un panorama general de la tierra caliente, la sierra sur y la costa michoacanas durante las primeras décadas después de la independencia. Como su título indica, se trata principalmente de un estudio sobre las condiciones económicas y sociales de la región y sus localidades (Coalcomán, Apatzingán, Tepalcatepec, Amatlán y Parácuaro, entre otras). El libro pone particular énfasis en el análisis de la tenencia de la tierra, las unidades de producción agrícola y sus cultivos y la organización político-administrativa. También examina la muy particular estructura social que ha caracterizado a la región por muchas generaciones (predominio de grandes propietarios y rancheros frente a un grupo, cada vez menor, de pobladores indígenas purépechas y nahuas).
2. Gerardo Sánchez Díaz, El suroeste de Michoacán: Estructura económico-social, 1852-1910 (Morelia: Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo, 1988).
Este libro complementa y continúa la labor comenzada por Sánchez Díaz en su primer estudio sobre el suroeste michoacano. También se trata de una revisión panorámica de la región, esta vez desde mediados del siglo XIX hasta el inicio de la revolución mexicana. Nuevamente, el análisis de la tenencia de la tierra y las unidades de producción (sobre todo las grandes y medianas haciendas orientadas al cultivo comercial de productos como el algodón y el arroz) constituye la espina dorsal del texto. Sin embargo, otros rasgos centrales de la región como su difícil geografía, la frágil presencia de las autoridades gubernamentales y el constante surgimiento de conflictos sociales también son abordados. Si bien algunas de sus tesis deben ser necesariamente revisadas y matizadas a la luz de investigaciones más recientes, esta segunda parte de El suroeste de Michoacán no ha dejado de ser una lectura obligada.
3. Alfredo Pureco Ornelas, Empresarios lombardos en Michoacán: La familia Cusi entre el porfiriato y la posrevolución, 1884-1938 (Zamora: El Colegio de Michoacán-Instituto Mora, 2010).
Antes del aguacate y el limón fue el arroz. Producto de una investigación exhaustiva, este libro explora el surgimiento de “dos de las plantaciones agroindustriales más prolíficas del estado de Michoacán y del país en la primera década del siglo XX: Lombardía y Nueva Italia” (13). En efecto, Empresarios lombardos no sólo explora la historia de Dante Cusi y sus descendientes; también ofrece un análisis meticuloso y esclarecedor de las condiciones ambientales, técnicas y humanas que hicieron del arroz uno de los cultivos más lucrativos del estado de Michoacán y, por supuesto, de la tierra caliente. Se trata, en ese sentido, de un texto indispensable para entender a profundidad la importancia que ha tenido la agricultura comercial a gran escala en la región.
4. La tierra caliente de Michoacán, compilación de José Eduardo Zárate Hernández (Zamora: El Colegio de Michoacán-Gobierno del Estado de Michoacán, 2001).
Esta obra colectiva ofrece un panorama bastante amplio de la región desde el pasado mesoamericano hasta los albores del siglo XXI. Las disciplinas que incluye son también muy variadas. Hay estudios de historia, arqueología, antropología y economía política. De ahí que la gama de las perspectivas sea igualmente diversa. Lo mismo se hace hincapié en la cultura que en la economía que en lo social o lo político. La escala también cambia. Textos como el de Luis González y Victoria Malkin son de carácter más general, mientras que los Salvador Maldonado y Marco Calderón, por ejemplo, se concentran en problemas y actores más específicos. Los temas y ángulos, finalmente, son de igual forma muy variados. Gerardo Sánchez utiliza una perspectiva cercana a la historia ambiental. Pilar Angón y Lois Stanford se apoyan en la historia laboral (por mencionar sólo estos casos). Una obra, en resumen, de suma relevancia para acercarse a la compleja historia de la tierra caliente michoacana.
5. Salvador Maldonado, Los márgenes del estado mexicano: Territorios ilegales, desarrollo y violencia en Michoacán (Zamora: El Colegio de Michoacán, 2010).
Un libro de gran envergadura. Sin duda, uno de los ejercicios de síntesis y análisis más completos acerca de la región. Los márgenes del estado mexicano busca mostrar las causas de largo plazo y los factores coyunturales que han dado lugar a distintos ciclos de violencia en la tierra caliente michoacana, sobre todo durante el siglo XX y comienzos del XXI. Plantea que existe un vínculo muy estrecho entre el surgimiento de conflictos y las economías ilegales, por un lado, y la “modernización” económica forzada (y sus respectivas crisis), las políticas públicas (en particular las agrarias y de infraestructura) y los desequilibrios de poder locales, por el otro. En otras palabras, argumenta que la ilegalidad es en realidad un producto intrínseco de la intervención del estado y la economía global. Una obra compleja con muchas ideas sugerentes.
(*) Este texto se publicó originalmente en http://elpresentedelpasado.files.wordpress.com/2014/01/michoacacc81n.jpg
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