Lámpara tenue

Casa de citas/ 243

Lámpara tenue

Héctor Cortés Mandujano

 

Leo el eBook Blanco nocturno, del argentino Ricardo Piglia, que podría suponerse una novela policíaca. No lo es tanto y el crimen, la muerte de Tony Durán no se aclara, como suele hacerse en las clásicas. Pligia camina delante del género, claro, y me gusta hasta el epígrafe que usa de Céline: “La experiencia es una lámpara tenue que sólo ilumina a quien la sostiene”.

            Son cuatro hermanos Belladona, dos hombres y dos mujeres. Lucio, hermano de Luca, muere en un accidente y se pregunta y responde el ubicuo narrador: “¿Qué es un accidente? Una producción malvada del azar, un desvío en la continuidad lineal del tiempo, una intersección inesperada”.

            Una de las Belladona. “Mi madre dice que leer es pensar –dijo Sofía–. No es que leemos y pensamos, sino que pensamos algo y lo leemos en un libro que parece escrito por nosotros pero que no ha sido escrito por nosotros. […] No todos los libros, desde luego, sino ciertos libros que parecen objetos de nuestro pensamiento y nos están destinados”.

            Croce, el viejo comisario, quien siempre está rozando la verdad de los hechos, explica al periodista Renzi lo que hay qué hacer para descubrir un crimen: “Actúa como un matemático y un poeta. Sigue una línea lógica pero al mismo tiempo asocia libremente. Construye silogismos y metáforas. Un mismo elemento entra en dos sistemas de pensamiento”.

 

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Las teorías no están hechas más que para morir en la guerra del tiempo

Guy Debord

 

En Qué es la dramaturgia y otros ensayos (Paso de gato-Conaculta-Toma, 2012), de Joseph Danan, el autor nos habla sobre cómo puede/debe escribirse teatro hoy y, aunque las reflexiones son esclarecedoras, sólo citaré dos líneas casi finales (p. 115): “El arte se aproxima constantemente a los umbrales del no-arte” (se refiere a mucho de lo publicado en Internet) y en su conclusión propone (p. 124): “El arte filtra el mundo”.

Taller de escritura teatral (Paso de gato y muchos coeditores, 2013), de Joseph Danan y Jean-Pierre Sarrazac, es un documento muy valioso para aprender sobre la materia que anuncia el título, y es de Sarrazac esta idea (p. 94): “La escritura no es, después de todo, más que un largo y muy incierto retorno hacia lo real”.

 

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Ilustración: Manuel Cunjamá

Ilustración: Manuel Cunjamá

 

Cita Tennessee Williams en el eBook De repente el último verano: “Alguien dijo o escribió una vez: ‘Somos todos niños en un vasto jardín de infantes, procurando formar el nombre de Dios con letras de un rompecabezas que está equivocado’ ”.

Contactos: hectorcortesm@hotmail.com

Visita mi blog: hectorcortesm.com

 

2 Comentarios en “Lámpara tenue”

  1. Héctor Cortés Mandujano
    20 diciembre, 2015 at 15:51 #

    Gracias por tu lectura y tu comentario. Un abrazo con mucho retraso (mando mi colaboración y luego no busco posibles respuestas, tan gratas como la tuya, mil disculpas).

  2. Alberto
    27 octubre, 2015 at 22:43 #

    Curioso Piglia, que se las ingenia para torcer una y otra vez las mismas preguntas… o respuestas, según se vea. El accidente, el mal.

    Acá dice:
    «¿Qué es un accidente? Una producción malvada del azar, un desvío en la continuidad lineal del tiempo, una intersección inesperada».

    En «Plata quemada», le hace decir al maniaquísimo Gaucho Dorda –o acaso el Gaucho lo dijo realmente (la novela está basada en un caso real, y Piglia-Renzi tuvo acceso a las grabaciones hechas en el psiquiátrico al personaje ‘real’)– algo como:

    «el mal no es algo que se haga con la voluntad, es una luz que viene y que te lleva».

    PS: Lo malo es que esta Casa de Citas me deja con la consciencia triste de la mentira (al final lo que de por sí se ha dicho que somos: «ficción, mentira, nada»). Quiero decir que ahora sé que la línea de Plata quemada es sólo de Piglia. Acaso no hubo grabaciones ni psiquiátrico. Y, carajo, habría tenido algo de flor de Coleridge, de mensaje traído desde el otro lado como inquietante verdad, que su autor hubiese sido, en verdad, el pobrecito, el infeliz, el muy orate y entrañable Gaucho.

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