Artículos publicados por: Héctor Cortés Mandujano

Ilustración: Verónica Ordaz Trujillo

Un país que huele a sexo y jabón

Carlos Castaneda: “Todo es igual y por tanto sin importancia. Por ejemplo, no hay manera de decir que mis actos son más importantes que los tuyos, o que una cosa es más esencial que otra; por lo tanto, todas las cosas son iguales. Y al ser iguales carecen de importancia”

La fealdad de Dios

La fealdad de Dios

“Los tribunales españoles del Santo Oficio no fueron, según es tan común suponer, tribunales eclesiásticos; fueron, en el sentido más estricto de la palabra, órganos judiciales del gobierno y de la administración empleados por la monarquía española”

Frutos muy dulces

“Tengo respuestas aproximadas y creencias con diferente grado de certeza sobre diferentes cosas, pero no estoy absolutamente seguro de nada…»

Ilustración: Verónica Ordaz Trujillo

Hombres, mujeres y andróginos, 2

Sócrates: “Y esa expresión, dueño de sí, tomada al pie de la letra, ¿no es ridícula? Porque ¿no sería entonces un mismo hombre dueño y esclavo de sí, ya que esa expresión se refiere a la misma persona?”

Ilustración: HCM

Hombres, mujeres y andróginos, 1

Hesíodo: “El alfarero por envidia es enemigo del alfarero, el cantor del cantor, y el pobre, del pobre”

Ilustración: Leonora Ventura

Más sabe el diablo por diablo…

César Aira: “Los únicos que leen buenos libros son los que leen desde siempre y no necesitan campañas de promoción de lectura. Los que no han leído, y se deciden a hacerlo por una de estas campañas, necesariamente van a leer libros malos”

Ilustración: HCM

La sombra de Caín

Antonio Machado: «El más truhán se lleva la mano al corazón, y el bruto más espeso se carga de razón”

Ilustración: Verónica Ordaz Trujillo

¿Para qué sirve la felicidad?

Clarice Lispector: “Usted comprende, la Biblia es el mayor deber del hombre. Digo esto, pero lo que quiero decir con esta palabra es que la mujer también es hombre, ¿me entiende?”

Ilustración: Leonora Ventura

Lo inaprensible de la vida

Kierkeggard: El estado pone “en el mismo armario lo infinito y lo finito, la eternidad y el tiempo, el vivir por algo y el vivir de algo”