Mendicidad infantil

No entiendo por qué aún hay niños y niñas pidiendo dinero en la calle. Es inadmisible para todos. Para nosotros como ciudadanos, para los gobernantes, pero sobre todo para los legisladores y las legisladoras.

Sólo en los países tercermundistas como el nuestro los niños son obligados a ejercer la mendicidad, porque no es posible que un menor solicite dinero para él. Detrás de sus manos hay gente que los explota: padres o jefes de pandilla.

No se trata, desde luego, que los niños sean detenidos para encerrarlos en Villas Crisol. Sería una aberración, pero es necesario que el gobierno (ojalá nuestras diputadas se les ocurriera algo) cree un centro de atención a los niños de la calle, donde se les ofrezca educación, comida y vestido.

En otros países, al estar prohibida la mendicidad infantil se evita que gente gandaya se aproveche de los menores.

He visto que cerca de los niños que piden monedas a los automovilistas hay personas mayores que los supervisan; se quedan en la sombra y desde allí vigilan sus movimientos y exigen cuentas.

Una ley no sería suficiente, pero sería el primer paso para acabar con tanta infamia que desangra a los niños de la calle quienes no sólo son explotados, económica y sexualmente, sino que se les veta la posibilidad de un futuro esperanzador.

 

***

Sueños de infancia Foto: Nefthali Flores

Sueños de infancia Foto: Nefthali Flores

Los niños son, en todos lados, las primeras víctimas.

A propósito dos películas: Nacidos en un burdel y Voces inocentes.

Nacidos en un burdel es en realidad un documental de Zana Briski y Ross Kauffman sobre ocho niños que viven en la zona roja de Calcuta.

El propósito de las directoras era lograr un testimonio de las prostitutas de ese lugar, pero se dieron cuenta que no obtendrían nada, a menos que se fueran a vivir a los prostíbulos.

Ahí se encontraron que los más desprotegidos eran los niños. Les dieron cámaras fotográficas para que retrataran su mundo.

Los resultados fueron realmente alentadores, con exposiciones en World Press Photo y en Sothebys. Incluso, uno de los niños pudo viajar a Ámsterdam a un curso de fotografía.

Sin embargo, en su país fueron rechazados de las escuelas por el argumento tan simple y terrible de ser hijos de prostitutas. Sólo dos continuaron con sus estudios, pese a los obstáculos tendidos por sus familias, el gobierno, la iglesia y la sociedad.

            Nacidos en un burdel permite entender que el mundo está lleno de talentos y de genios perdidos que, por no recibir el apoyo necesario, se convierten en delincuentes o prostitutas sin desearlo.

Voces inocentes, por su parte, narra la historia de los niños reclutados por el ejército durante la guerra civil de El Salvador.

Para esta película Luis Mandoki se apoya en la mirada infantil de Óscar Torres: el descubrimiento del amor y de la guerrilla.

Lo que pretende el peje-director en Voces inocentes es alertar acerca de un hecho real que debería asfixiarnos: el reclutamiento de más de 40 mil niños que en el mundo toman un arma para matar y morir sin saber por qué.

***

De Graham Greene:

Siempre hay un momento en la infancia en el que se abre una puerta y deja entrar al futuro.

***

“En mi casa he reunido juguetes pequeños y grandes, sin los cuales no podría vivir. El niño que no juega no es niño, pero el hombre que no juega perdió para siempre al niño que vivía en él y que le hará mucha falta. He edificado mi casa también como un juguete y juego en ella de la mañana a la noche”: Pablo Neruda, Confieso que he vivido.

***

Por cierto, Feliz Navidad, que es un retorno a nuestra infancia.

Sin comentarios aún.

Deja una respuesta

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Comparta su opinión. Su correo no será público y será protegido deacuerdo a nuestras políticas de privacidad.