El SNTE «revive» para capitalizar las exigencias de la CNTE

En Chiapas todo pasa por el conflicto magisterial; todas las preocupaciones están puestas ahí porque trastoca el mundo político, el económico y el social.

              Los políticos, en ese escenario de conflicto, quedan desdibujados, y prefieren dar pocos pasos y ocultarse hasta que pase la tormenta.

              Los tiempos, sin embargo, exigen de compromiso, acciones y no solo de declaraciones vacías.

              ¿En dónde están los diputados, locales y federales? Pocos se han asomado al escenario del debate porque temen salir raspados.

              Los obispos de Chiapas, menos temerosos, decidieron solidarizarse con la CNTE y plantearon a las autoridades federales una pregunta cuestionadora: «¿Tienen más poderes e influencia los empresarios que los maestros?», al referirse que el presidente Enrique Peña Nieto haya regresado al Senado para su modificación la Ley de Transparencia, pero que no lo haya hecho con la Reforma Educativa.

Foto: Francisco López Velásquez.

Foto: Francisco López Velásquez.

              El gobierno federal, al ver que la insurgencia magisterial se ha expandido a otros estados, y que ahora ya toca Baja California, Sinaloa, Veracruz, Morelos, San Luis Potosí y Ciudad de México, además de los estados de Nuevo León, Oaxaca, Michoacán y Guerrero, están buscando una salida al conflicto, pero sin que signifique una concesión a la CNTE.

              De la noche a la mañana le colocaron al SNTE una aureola de rebeldía, y su líder, Juan Díaz, señaló diez puntos en los que no está de acuerdo su sindicato con la Reforma Educativa. Curiosamente, los resolutivos tercero, cuarto y quinto son idénticos a los señalados por la CNTE.

              En sus resolutivos, el SNTE exige que se replantee el proceso de evaluación docente para eliminar “toda visión o acción sancionadora o punitiva”, que garantice “el respeto a la dignidad y prestigio profesional de los maestros” y que la evaluación se apegue a la realidad que se vive en el contexto nacional.

              Desde su llegada al SNTE, después de traicionar a Elba Esther Gordillo, Juan Díaz apoyó la Reforma Educativa, y es extraño que más de tres años después, encuentre que hay aspectos que deben modificarse, y que el secretario Aurelio Nuño, apenas planteados los resolutivos haya establecido el jueves de la semana pasada una mesa de negociación, la cual seguramente tendrá resultados positivos en poco tiempo.

El gobierno ha lanzado a Juan Díaz al escenario público porque intuye que la CNTE no se tomará ningún descanso en estas vacaciones y que incluso es posible que cumpla su promesa de radicalizar sus manifestaciones.

Tal parece que todo se juega en el escenario nacional, pero no es así, los legisladores chiapanecos deberían asumir un papel más activo, y aunque como señalé hay declaraciones aisladas de algunos diputados, falta como Congreso del Estado y como bancada perteneciente al Estado, empujar a una modificación de la Reforma Educativa.

 

 

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