Julión, ¿candidato a gobernador?

No descarte que el nombre de Julio César Álvarez Montelongo, Julión para la banda, aparezca en las boletas a gobernador para el 2018.

¿Es una broma?

Por supuesto que no. Varios partidos menuditos ansían, desde ya, tener el nombre de Julión como candidato a la gubernatura de Chiapas.

No sé si ya le plantearon al intérprete de “Pongámonos de acuerdo” esta propuesta, surgida desde la necesidad imperiosa de conservar el registro, pero si aceptara pondría a temblar a la clase política chiapaneca.

Julión en la política

Julión en la política

Hay tal desencanto con los políticos que Julión se convertiría en una alternativa viable, pero chabacana, para  acabar con el sui generis sistema local de partidos. Sería nuestro brexit autóctono; se inscribiría, además, dentro de la propuesta de los outsiders, de los Trump y de los Cuauhtémoc Blanco.

La confusión reinante es de tal calibre, que todo podría pasar. Los políticos actuales se mueven más como artistas que como hombres del poder. Les encantan los reflectores, ser aplaudidos y abrazados. No manejan ideas, sino emociones, y en eso es experto el cantante de “Y así fue”, canción que en Spotify registra casi 50 millones de reproducciones.

La incursión de Julión no sería una novedad en la política estatal. Otros artistas han participado a cargos de elección popular con éxito desigual. Irma Serrano, la de “La Martina”, fue senadora de la república por el Frente Cardenista de Reconstrucción Nacional y por el Partido de la Revolución Democrática, y su colega tonalteco, Jaime Moreno, se inscribió como candidato a diputado federal por el PAN, pero perdió.

Ahora, a diferencia de las épocas anteriores, el ambiente es favorable para la llegada de un no político, de un artista farandulero, por el desastre que han hecho los políticos de oficio.

Es más, Julión sería rentable incluso para partidos con mayor presencia, como el PAN, el PRD, el Verde o Morena. Por su amistad con Anahí y el gobernador Manuel Velasco Coello, no sería mal visto por la esfera del poder local.

Difícilmente se repetirá este escenario que favorece la llegada de una persona hecha en los terrenos ajenos de la política, por lo que no sería extraño que Julión se tome en serio la propuesta de presentarse como candidato.

En los últimos cuatro años, la carrera de Julión ha despegado para posicionarse con éxito en el género de banda. En el 2007 creó su Norteño Banda; en 2015 ganó el premio como mejor solista de Bandamax, y el presidente Enrique Peña Nieto, dijo de él en una gira por nuestro estado, que era “un gran ejemplo para la juventud mexicana”, lo cual levantó una ola de críticas en las redes sociales, y más cuando, el cantante declaró, dentro de un florilegio de frases machistas, que una mujer que no sabe trapear, no sirve.

Veremos, pues, si Julión atrapa la pelota o la deja para cuando su carrera artística entre en declive, como lo ha hecho la mayoría.

Si aceptara habría mucha diversión en la política chiapaneca, mucho espectáculo, improvisación y guasa, aunque me temo que estos ingredientes lo hemos tenido siempre en nuestro territorio de fantasía, de lo contrario no marcharíamos en la retaguardia en bienestar social y económico.

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