Renacer en tiempos de crisis

 


Foto: Cortesía de Jatamatzá Club Astronómico.

Parece algo ‘normal’ que cada año, justo en esta época donde se avecina la celebración de la nochebuena, de la Navidad y el comienzo de un nuevo año, proliferen los mensajes de bondad, esperanza, armonía y buenaventura para quienes nos rodean… Desde mi perspectiva esto debería estar presente siempre, en cualquier época del año… para algunas personas la Navidad significa una oportunidad para renacer, en eso estoy completamente de acuerdo.

De lo anterior me surge la interrogante, ¿cómo renacer en tiempos de crisis? Sí, es probable que les venga a la mente que la época actual no es la única en la que se han vivido inmensidad de situaciones adversas y diversas  en los ámbitos económico, social, cultural, político, religioso, del medio ambiente, de salud, por citar algunos. En ocasiones he escuchado testimonios donde comparten que han logrado sobreponerse a los diferentes problemas que se han suscitado. De ahí la pregunta que planteo y se suma otra, ¿para qué renacer?

Definitivamente no tengo las respuestas exactas a estas dos preguntas, pero sí testimonios y ejemplos de quienes aún con toda adversidad que se presente en su vida mantienen el ánimo y gusto por permanecer en ella.  No hay una fórmula mágica, aclaro. Quizá coincidan conmigo, cuando platicamos con niñas y  niños, ese entusiasmo y curiosidad que les caracteriza les permite ver el mundo de una manera diferente, hay situaciones en las que encuentran un ángulo distinto a cómo lo vemos las personas adultas, aún cuando se trate de niñas y niños que están trabajando en las calles. Si nos detenemos un momento, intercambiamos no sólo palabras sino miradas y escucha encontraremos que son un estímulo hermoso, admirable que estremece el corazón y anima a continuar en la lucha diaria, con la esperanza de construir un mejor mundo.

Hoy en especial quiero compartirles el ejemplo de una mujer luchadora, A.G., de ella he aprendido mucho, su valor y su fortaleza para seguir caminando en la vida. Ella me ha enseñado que la libertad va más allá de estar recluido en un espacio, se puede carecer de libertad por estar atada en prejuicios, vivir aprisionada en lo que dicta la sociedad, vivir sumida en tristezas, en el pasado, en la amargura o rencor… A.G. menciona que ‘romper el silencio nos da libertad’ y  coincido con ella.  Ante la adversidad ella ha encontrado fortaleza, ha vuelto la mirada a su interior y le ha encontrado un nuevo sentido a la vida, con todo lo que implica estar en prisión… para mí eso es un renacer. Y un renacer que me ha contagiado, sobre todo cuando en el caminar aparecen nubarrones que intempestivamente se hacen presentes como parte del devenir cotidiano. Ahí resuenan las palabras de A.G., su actitud ante la vida y los diversos motivos que ha hallado para renacer. Gracias desde el corazón A.G. por estar en pie de lucha y compartirlo.

Renacer es para mí una oportunidad de continuar, de seguir luchando, viviendo, soñando, aprendiendo y desaprendiendo, cayendo y levantándome… renacer se ha manifestado como una constante necesaria para encontrar eso que en la cocina se denomina sazón, que le da un toque especial a cada platillo, o como dijeran también en el ámbito culinario, agreguemos sal y pimienta a la vida para darle un mejor sabor.

¿Cómo y para qué renacer? Ésas son interrogantes que les invito a que se hagan, indudablemente cada persona tiene valiosas respuestas. Renacer en tiempos de crisis nos debe permitir volver la parte humana a nuestra cotidianidad, recordar que somos personas ante todo y que si tenemos la oportunidad de continuar en la vida hay que aprovecharla, reconocernos como integrantes de una sociedad que está pugnando por ser mejor en diferentes sentidos y aportar desde cada una de nuestras trincheras.

¡¡Feliz Navidad!!

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