El debate de las evasivas

Fue un debate en donde triunfaron las evasivas. Rutilio Escandón Cadenas evadió responder al reparto de diez millones, por debajo de la mesa, en el Poder Judicial; Roberto Albores Gleason evadió aclarar el contrato que se otorgó a Carnes Vivas por 47 millones, una empresa foránea, que “no compró un solo ganado en Chiapas”; José Antonio Aguilar Bodegas evadió criticar al gobernador Manuel Velasco Coello, y Jesús Alejo Orantes Ruiz evadió casi todas las preguntas porque no entendía a las moderadoras.

El candidato de Morena, PT y PES, llamado “el candidato del gobernador” por Jesús Orantes, evadió que se investigue a las dos últimas administraciones por el manejo opaco de más de dos mil millones de pesos, según la Auditoría Superior de la Federación. Su propuesta fue que se investigue a todas las administraciones.

No evadió, eso sí, su amistad con el gobernador. “Tengo una gran relación, pero no de ahora, sino desde hace muchos años”; recordó, incluso que convivió con Manuel Velasco Suárez, “un sabio de la medicina”, y cerró con una frase lapidaria: “una cosa es la amistad y otra la responsabilidad”.

Eso sí, evadió responder al reparto de diez millones entre él y sus allegados, señalado por Aguilar Bodegas con fecha exacta: el 13 de marzo de 2015. “No voy a entrarle a la guerra sucia”, contestó el candidato de Morena, y como mala copia de AMLO, se concretó a presentar los resultados de una encuesta robótica de la cuestionada Massive Caller. 

Rutilio Escandón llegó a sonreír, a actuar, a acercarse a las cámaras, a conservar el marcador, porque él se siente ganador absoluto, en donde la elección del próximo primero de julio será mero trámite para atornillarse en la silla gubernamental. 

Por su parte, el candidato del PRI, Panal y Partido Verde evadió los dardos lanzados por Jesús Orantes y sobre todo los que salían de Aguilar Bodegas. Quedó callado ante el cuestionamiento de que como senador subió a tribuna solo en tres ocasiones por año. 

En este encuentro de evasivas, Roberto Albores se sustrajo de opinar de Juan Sabines, también de formar una comisión de la verdad, como se lo propuso Jósean, para saber a dónde fue a parar el dinero, cuya deuda hoy pesa a los chiapanecos por 30 años. 

José Antonio Aguilar Bodegas, el candidato del PAN, PRD y MC, se presentó como víctima: “he sido atacado y perseguido, y seguramente aquí lo seré”. Pero no fue así. Al contrario, quien mejor atacó, con datos y argumentos, fue precisamente él, y tuvo claro su objetivo: los mejores disparos los dirigió en contra de Roberto Albores Gleason. Tuvo tiempo, incluso para contestar a Jesús Orantes, para quien los tres candidatos emergidos de los partidos son sinónimo de corrupción: “No hables sin fundamento”, lo contraatacó, y le dijo que sus afirmaciones eran producto de su “poco conocimiento”. Lo responsabilizó, además, de ser parte de los causantes de bloqueos en Venustiano Carranza. 

Roberto Albores presumió haber presentado su 3 de 3. “¿Exactamente cuándo lo presentó?”, le preguntó Amado Avendaño. “Esta mañana”, contestó el candidato del PRI. “Hace tres días presenté mi 3 de 3 y hasta hoy recibí la respuesta”, reviró Jósean, y cuestionó la veracidad del contendiente del PRI.

Jesús Orantes atacó a todos, pero con débiles argumentos; les dijo que habían vivido del presupuesto y que no habían “resolvido” los problemas; que eran parte de la corrupción y cobradores de comisiones de obras públicas. 

Las moderadoras, ajenas a este terreno, en sus intervenciones demostraron su desconocimiento de Chiapas: ¿Estaría de acuerdo con una fiscalía independiente?, le interrumpieron a Rutilio Escandón. La respuesta era obvia. “¿Cómo evitar los diezmos? Creo que así le dicen aquí en Chiapas”, intervino la moderadora y después lo coronó con un “¿Cómo llevar el servicio de salud a los lugares más apartados de Chiapas?”. Una de ellas llamó a Albores Gleason “gobernador” y lo culminó con que en el estado el número de municipios variaban mucho, “que ya son más, que ya son menos (sic)”.

Las preguntas que leyeron fueron pertinentes, incluso más críticas que los propios candidatos: “Hay en Chiapas hospitales sin camas, sin medicinas, sin equipos. Hay desvíos de hasta por 500 millones de pesos”, afirmó la moderadora. “De acuerdo con el Inegi, había leído antes, Chiapas es el quinto estado del país en donde se registran más actos de corrupción de funcionarios y la Auditoría Superior de la Federación ha señalado un manejo opaco por más de dos mil millones, ¿estaría de acuerdo a que se investigue a las dos últimas administraciones?”.

Si a nivel nacional los debates de candidatos no mueven las preferencias electorales, en Chiapas menos, de lo contrario veríamos escalar en el liderazgo a José Antonio Aguilar Bodegas, el mejor en esta fiesta de las evasivas. 

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