El baúl de los escritos

Imagen tomada de https://ar.pinterest.com

Raquel acordó con sus amistades compartir  una tarde de verano, añoraban esas salidas en las que apetece charlar y charlar, para intercambiar las buenas y malas nuevas con todos sus detalles.

Desde que habían terminado de estudiar en la universidad y comenzado a trabajar era poco posible que coincidieran en tiempos para convivir. Acordaron la fecha de salida y Raquel apartó espacio en su agenda.

Estaba entusiasmada, quería obsequiarles algo, no se le venía a la cabeza qué podía ser. Tomás, Lulú y Liliana eran sus mejores amistades de la licenciatura, después de alrededor de año y medio de no verse la ocasión ameritaba darles un detalle.

Comenzó a buscar algunos materiales para elaborar unas tarjetas, ése sería su obsequio. En su búsqueda halló una cajita de madera muy particular, la había elaborado hace algún tiempo y conservaba el tono de su barniz. No recordaba qué guardaba ahí, así que la abrió. Para su sorpresa halló muchos mensajes escritos en trozos de papel decorados con dibujos y calcomanías, eran los escritos que solía recibir de sus amistades, frases de cariño, porras en los momentos difíciles y también dibujos chuscos que referían alguna experiencia. Sin pensarlo había dado con el baúl de los escritos. Ahora más que nunca, Raquel estaba segura que elaboraría las tarjetas.

Con mucha emoción fue realizando el diseño de cada una. Al elaborarlas fue trayendo a la memoria las características de sus amistades, recordó sus colores favoritos y las decoró. Cortó hojas de colores y elaboró los sobres, era una labor que le gustaba realizar y tenía tiempo no llevaba a cabo. El toque final fue el mensaje que escribió en cada tarjeta.

Mientras escribía Raquel se sintió muy afortunada, tenía el gran regalo de saber leer y escribir, desde pequeña lo había recibido con gusto y ahora de adulta lo agradecía y valoraba mucho. Cerró los sobres con sumo cuidado, en una parte de ellos había colocado detalles pequeños de hojas y flores secas. Colocó los sobres cerca del baúl de madera, las tarjetas estaban terminadas para ser entregadas. Sonrío satisfecha, en un par de días las haría llegar a sus destinatarios.

  1. Para el público lector.Gracias desde el corazón a quienes en dos años han dado lectura a estas Voces ensortijadas que les comparto semanalmente. Escribir de manera ininterrumpida en este periodo ha sido una experiencia con muchos aprendizajes, la escritura es una herramienta maravillosa y es para mí un gusto compartirla a través de estas líneas. Agradezco los comentarios, sugerencias, aportes y compartires recibidos para hacer suyas estas Voces ensortijadas.

Chiapas Paralelo, muchas gracias por la oportunidad  de divulgar esta columna en su portal.

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