¿Se va el gobernador?

Los rumores sobre la salida de Rutilio Escandón Cadenas como gobernador de Chiapas son cada vez más insistentes.

Para que se marche un gobernador, lo hemos visto en el pasado, es porque el presidente desea incorporarlo al gabinete o bien los conflictos generados amenazan con sumir a la entidad en la ingobernabilidad.

Así vivimos la marcha de Jorge de la Vega Domínguez, quien fue nombrado secretario de Comercio; la llegada de Salomón González Blanco y de Juan Sabines Gutiérrez, cuando el timón nacional estaba en manos de José López Portillo.

Absalón Castellanos Domínguez, no obstante su corrupto y violento gobierno, no fue removido. Miguel de la Madrid, un presidente mesuradamente gris, no se atrevió a removerlo por temor al ejército.

El siguiente sexenio tendríamos tres gobernadores: Patrocinio González Garrido, Elmar Setzer Marseille y Javier López Moreno. El primero dejó la parcela local para comandar la poderosa Secretaría de Gobernación. El aluvión que representó la emergencia del EZLN acabó con su sucesor y rescató a Javier López Moreno con uno de los gobiernos más breves y carnavalescos. Ese fue su papel, y lo cumplió con la más desbordada alegría.

Llegó Eduardo Robledo Rincón, quien apenas estuvo más de dos meses, víctima también de los coletazos del 94. Fue sustituido por Julio César Ruiz Ferro, quien dejó palacio por la matanza de Acteal. Arribó entonces Roberto Albores Guillén.

AMLO, el fin de semana en Chiapas.

Entramos después en una etapa de estabilidad de los gobiernos estatales, con los mandatos de Pablo Salazar Mendiguchía, Juan Sabines Guerrero y Manuel Velasco Coello, el único capaz de hacer la carambola de dejar por unos días a Willy Ochoa de encargado y regresar a concluir su gobierno.

Ninguno de estos gobernadores estuvo exento de la grilla y del rumor de renuncia. A los tres se les vio como parte del gabinete, y la comidilla era saber en qué secretaría despacharían.

Por voluntad propia o porque no les plantearon una oferta tentadora se quedaron a terminar su gestión. Esta estabilidad ha durado 21 años.

Por eso, los rumores sobre la partida de Rutilio Escandón parecerían formar parte del discurso de los brujos que construyen el futuro desde el café mañanero.

El presidente, dicen los rumorólogos, no está contento con las acciones de gobierno que se desarrollan en Chiapas, y menos después de la encerrona que le dieron los maestros de la coordinadora en las goteras de la zona militar y su gira finsemanera de reclamos magisteriales constantes.

Sin embargo, ayer, antes de regresar a la Ciudad de México, el presidente dijo que las protestas de la CNTE eran de carácter político y tenían como propósito “dejar mal al gobernador” (Rutilio Escandón).

La pregunta que surge, ante esa posible retirada, es: ¿quién sería nombrado gobernador? Al menos hay tres nombres, y en ese orden habría que leerlos: Eduardo Ramírez Aguilar, Luis Armando Melgar y Zoé Robledo Aburto.

Ya veremos lo que trae el río en su creciente de rumores en esta semana decisiva.

 

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