Tabasco en la pluma de Graham Grenne

Tomás Garrido Canabal nació en el poblado de Playas de Catazajá, Chiapas, un 20 de septiembre de 1890. Su nacimiento ocurrió en la finca denominada Punta Gorda, conocida por los lugareños como “la Loma de los Canabal”, situada justo en la frontera entre Tabasco y Chiapas. Garrido Canabal fue Gobernador Interino de Yucatán entre el 13 de mayo y el 26 de junio de 1920. Fue Secretario de Agricultura y Fomento en el lapso que va de 1934 a 1935, bajo la Presidencia de la República del General Lázaro Cárdenas. Desde sus años de estudiante de secundaria, Garrido Canabal mostró el ímpetu de un carácter recio y una personalidad “ciclónica”. Fue expulsado de la Escuela por participar en una manifestación en contra del entonces Gobernador de Tabasco nombrado por Porfirio Díaz, Abraham Bandala. Huyó a Veracruz en donde terminó la secundaria para trasladarse a Campeche, estado en el que ingresó a la Escuela de Derecho, titulándose de abogado al cumplir los 25 años. Ante el asesinato de Francisco I. Madero se unió a la Revolución para pelear en contra del usurpador Victoriano Huerta.  En el año de 1915 encontramos a Tomás Garrido Canabal en Tabasco, estado al que siempre consideró su tierra natal. Recomendado por el Coronel José Domingo Domínguez Garrido, su tío, fue nombrado Juez de Distrito. Era aquel un Tabasco gobernado por el General Francisco J. Mújica, michoacano, amigo cercano del General Lázaro Cárdenas. En aquel año de 1915 Mújica obedecía las órdenes de Venustiano Carranza, “el Varón de Cuatro Ciénegas”, a la sazón Presidente de la República. Mújica era miembro de ese grupo de generales anti clericales entre los que se contaba al propio Lázaro Cárdenas. Imbuido de ese anticlericalismo, Mújica le cambió el nombre a San Juan Bautista, la capital de Tabasco, para nombrarla Villahermosa. Es interesante este papel del anti clericalismo en el cambio de la toponimia del estado de Tabasco. Así, años después, durante el llamado Plan Chontalpa (1965) que buscaba la “modernización agrícola”, los ingenieros anti clericales que transformaron la ecología cultural centenaria de esa región de Tabasco, cambiaron el nombre de cada pueblo dedicado a un santo católico para imponerles denominaciones como “L 4”, “N 6” o “H 25”. De manera que los nacidos en esos pueblos llevan denominaciones imposibles de personalizar y expresan una alteración de las identidades locales muy evidente. Mújica, quien también fue un activo “quema santos” años antes de la llamada Guerra Cristera, también inició la “Campaña contra el Fanatismo” dirigida a la Iglesia Católica, campaña que continuó después el propio Garrido Canabal y es justo lo que describe Graham Grenne en su novela. Recordemos que el grupo de militares a los que pertenecían Mújica y Cárdenas, fue educado  políticamente por el General sonorense Salvador Alvarado y por el político yucateco Felipe Carrillo Puerto, fundador del Partido Socialista del Sureste. Justo Garrido Canabal peleó bajo las ordenes del General Alvarado quien lo designó como Vocal de la Junta Revisora de Procesos Penales de Mérida, Yucatán. En Tabasco, el Gobernador Francisco J. Mújica nombró a Tomás Garrido Jefe del Departamento Legal del Gobierno del Estado.

En 1920, Tomás Garrido Canabal apoyó el Plan de Agua Prieta, lanzado por otro General sonorense, Álvaro Obregón, en contra de Venustiano Carranza para destituirlo de la Presidencia de la República. Con Álvaro Obregón se encontraba otro General también de Sonora, Plutarco Elías Calles, quien llegaría a autonombrarse “el Jefe Máximo de la Revolución”. Es justo este “México Bronco”, (expresión de Jesús Reyes Heroles), ese México  de la década de 1930-1940, el que describe Graham Grenne en su espléndida novela. Es en el contexto de ese México convulso que Garrido Canabal ocupa la Gubernatura de Tabasco, que ya había tenido en un breve espacio de 5 meses de agosto de 1919 a enero de 1920. En ese breve tiempo, Garrido Canabal desveló lo que haría después como miembro del Partido Socialista Radical de Tabasco (PSRT) al integrar las primeras Ligas Campesinas y las primeras organizaciones obreras de Tabasco. Dado que Garrido Canabal no titubeó en apoyar a Álvaro Obregón, el sonorense que ocupaba la Presidencia de la República, lo dotó de amplios poderes para actuar en el sureste de México. Como Gobernador de Tabasco diseñó políticas públicas para lograr el desarrollo social del campo además de introducir mejoras en la ganadería o apoyar el derecho a voto de las mujeres y proclamando el derecho universal a la educación. Así mismo, ante el terror de los bolos, impuso una rígida Ley Seca en todo Tabasco, alegando la necesidad de abolir el alcoholismo. Garrido Canabal nombró a Tabasco “El Laboratorio de la Revolución” y ello incluyó una guerra contra la Iglesia católica que Graham Grenne describe a través de la persona del sacerdote en su novela. Con todo ello, un destacado revolucionario boliviano bautizó al Tabasco de Garrido Canabal como “El Belem del Amanecer Socialista en América” mientras lo calificaba   “Soldado del Socialismo”. Garrido Canabal se lanzó contra la Iglesia Católica, clausurando templos, obligando a curas y monjas a casarse so pena de ir a la cárcel si no lo hacían; bautizó a uno de sus , hijos con el nombre de Lenin y a su hija como Zoila Libertad mientras extrañamente nombró Felipe a su primogénito.  A varios de sus animales los nombró Dios, Papa, María y Jesús. En 1940, un escritor inglés, Graham Grenne, publicó una novela titulada The Power and The Glory parafraseando las últimas palabras del Padre Nuestro: “Tuyo es el Reino, el Poder y la Gloria, por los siglos de los siglos, Amén”.   Es muy recomendable leer el texto del escritor nicaragüense Sergio Ramírez titulado “El Infierno tan Temido” publicado como “Prólogo” a la versión en castellano de El Poder y la Gloria (ver la edición de Seix Barral de 1983). Como lo apunté, la novela describe los años convulsos de un México bajo la presidencia de Plutarco Elías Calles, “El Jefe Máximo” y de Lázaro Cárdenas y la expropiación petrolera y en cuyo sexenio se instauró la Educación Socialista en el país. Es un período en el que estalló la Guerra Cristera de 1926-1929, la persecución que contra los católicos instituyó en Tabasco Garrido Canabal quien, por cierto, renunció a su cargo de Secretario de Agricultura y Fomento al momento en que Cárdenas expulsó del país al “Jefe Máximo” dando fin a un cacicazgo legendario. Garrido Canabal salió del país hacia Costa Rica en donde le detectaron el cáncer que le provocó la muerte en la ciudad de Los Ángeles, California, un 8 de abril de 1943, a tres años de la publicación de El Poder y la Gloria. Por cierto, el finado ex Gobernador de Chiapas, Patrocinio González-Blanco Garrido era hijo de Salomón González Blanco y de la hermana de Tomás Garrido Canabal, Josefa Garrido Canabal. La hija de Patrocinio González-Blanco Garrido, actual Embajadora de México en Inglaterra, lleva el nombre de Josefa en honor de su abuela.

Dado que el prólogo citado de Sergio Ramírez está accesible en línea y al alcance de un lector interesado, me parece ocioso extender más mis comentarios de la novela de Graham Grenne. Pero no omito mi opinión de que de los varios textos de este enigmático escritor inglés, católico, comunista y espía del M16 de Inglaterra, todo junto, El Poder y la Gloria es su obra maestra. En lo personal, la lectura allá por los años de 1983-1985 de la novela de Grenne, me alumbró el camino para entender la expansión de las iglesias evangélicas en Tabasco y el sureste de México, y comprender que dicha expansión está relacionada con las medidas draconianas de Tomás Garrido Canabal que Grenne describe en su texto. En la actualidad un 30% de la población de Tabasco se declara evangélica y no es arriesgado afirmar que el dato está relacionado con aquel período que describe genialmente Graham Grenne en su novela. Más aún, Grenne, con esa extraña personalidad de ferviente católico, comunista y espía inglés, fue amigo muy cercano del General Torrijos, Presidente de Panamá, que murió en un extraño accidente aéreo. Graham Grenne escribió una novela muy interesante sobre Panamá titulada Descubriendo a El General (Crítica, Barcelona, 1984), en donde relata con detalle su amistad con Omar Torrijos. Digna de leerse.

Ajijic. Ribera del Lago de Chapala. A 2 de mayo de2022.

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