El cadáver y la vida del día de hoy

Casa de citas/ 626

El cadáver y la vida del día de hoy

Héctor Cortés Mandujano

 

Pero en algún recodo de tu encierro

puede haber una luz, una hendidura.

El camino es fatal como la flecha.

Pero en las grietas está Dios, que acecha

Borges,

en “I King”

 

Leo el I Ching. El libro de las mutaciones (Editorial Hermes, 1983), con traducción, presentación y notas de D. J. Vogelmann.

Vogelmann anota que este libro ha sido usado como oráculo, lo que dio (p. 10) “origen a su éxito esotérico”; el texto, dice (p. 11), “es un cruzamiento de ciencia y ética, de ciencia y religión” y (p. 12) “un perfecto sistema algebraico. […] una síntesis enciclopédica de la realidad”.

En un principio era sólo un libro de signos, sin palabras, y con este libro antiquísimo hay gente que intenta entender, tirando unos dados y consultando las páginas que el azar determine, su vida actual. Por eso, Jung dice en el prólogo (p. 31): “No debiéramos recurrir a los cadáveres para estudiar la vida” y también (p. 42): “El Yi Ching no se ofrece acompañado de pruebas y resultados; no alardea ni es fácil de abordar. Como si fuera una parte de la naturaleza, espera hasta que se le descubra”.

Richard Wilhelm explica el uso del libro de las mutaciones en dos incisos: a). el libro oracular (que es el uso más frecuente que dan a este texto de más de 800 páginas) y b). el libro sapiencial, pues a partir de él se han escrito aforismos y meditaciones.

[En Más allá de los lenguajes (Trillas, 1976), del científico mexicano Jacobo Grinberg Zylberbaum, dice (p. 47): “Lo que verdaderamente se puede enseñar es aquello que no tiene asignado un significado. Esto lo sabían los que escribieron el I Ching y se basaron en la consistencia de una nube, el paso de un río o los cambios de iluminación del día”.]

De este libro tan diverso, complejo y espiritual he extraído varias citas que ojalá te interesen lector, lectora.

La mutación es la esencia de la vida (p. 128): “Todo lo terrenal está sujeto al cambio. Al florecimiento le sigue la decadencia. He aquí la ley eterna que rige sobre la tierra. Si bien puede hacerse  que lo malo retroceda, no es posible eliminarlo en forma duradera. Volverá”.

Hay a veces citas de filósofos, de poetas, de sabios. Sobre el estancamiento, Confucio dice (p. 132): “Surge el peligro allí donde uno se siente seguro en su sitio. Amenaza el hundimiento donde uno trata de conservar su perduración. Surge la confusión allí donde uno mantiene todo en orden. Por eso el noble, cuando se siente seguro, no olvida el peligro, ni olvida el hundimiento cuando siente estabilidad, ni la confusión cuando lo rodea el orden”.

El dictamen sobre la modestia dice (p. 141): “La ley del Cielo vacía lo lleno y llena lo modesto: cuando el sol se halla en su punto más alto, debe declinar, de acuerdo con la ley del Cielo, y cuando se encuentra en lo más hondo bajo la tierra, se encamina hacia un nuevo ascenso. Conforme a la misma ley, la luna, una vez llena, comienza a decrecer, y estando vacía vuelve a aumentar”.

En las diferentes líneas que propone, el poder de lo grande está escrito (p. 216): “Los dedos de los pies se encuentran debajo del todo, y están dispuestos a avanzar. De este modo, un poder grande que ocupa un puesto inferior se ve dispuesto a obtener el progreso por la fuerza”.

Ilustración: Héctor Ventura

Numerados los conceptos que tienen una primera resolución en un ideograma chino, se les nombra; luego se les interpreta con rayas continuas y discontinuas que hacen también un dibujo; se les dictamina, se explica la imagen y se proponen diferentes líneas de pensamiento a partir del concepto.

En el 38, por ejemplo, cuyo ideograma está traducido a palabras como (p. 230) “K’uei/ El antagonismo (La Oposición)” y luego a cuatro rayas continuas y cuatro discontinuas que significan “arriba Li, lo Adherente, el fuego/ abajo Tui, lo Sereno, el lago”; en una de las diferentes líneas dice (p. 231): “Si pierdes un caballo, no corras tras él. Volverá por sí mismo”, que se aplica en varios sentidos (p. 232): “Así también un hombre, que es de los nuestros y momentáneamente se ha apartado de nosotros a causa de un malentendido, volverá por sí mismo si se lo deja hacer”.

En la explicación de la imagen de El Impedimento se escribió (p. 235): “Las dificultades y los obstáculos arrojan al hombre de vuelta hacia sí mismo. Pero mientras el hombre común busca la culpa afuera, es decir, en otros hombres, y acusa a su destino, el noble busca la falla en sí mismo, y en virtud de este ensimismamiento el impedimento externo se transforma para él en motivo de formación y enriquecimiento interior”.

Hay, por supuesto, varias líneas que se han usado como títulos de otras obras; cito como ejemplo (p. 259) “El rey se acerca a su templo”, que es uno de los títulos famosos de nuestro narrador mexicano José Agustín.

Me encantó esta imagen (p. 290): “Sobre la montaña hay un árbol: la imagen de la evolución”. En una de las diferentes líneas sobre Tui/ Lo sereno/ El lago se explica (p. 311): “Las personas que debido a una falta de sostén interior sienten necesidad de distracción, encontrarán siempre ocasión de distraerse. Con la vacuidad de su naturaleza atraen hacia sí las alegrías exteriores. Así se encuentran cada vez más perdidas, cosa que naturalmente acarrea males”.

En uno de los varios libros que componen el I Ching (El Material) se habla de su sentido oracular y de cómo al lanzar al azar los palillos (en China, claro; para los occidentales se proponen monedas) la persona hace algo en un plano (hablar, lanzar) y al leer lo que le dicta el texto consultado lo relaciona con su vida. Así, en este proceso (p. 402) “entran en mutua relación lo consciente y lo inconsciente”.

El libro de las mutaciones no tiene un solo sentido, dice más adelante (p. 436): “Su sentido es siempre cambiante”.

En otro de los libros (Los Comentarios) el pie de página cita a Jung (p. 609): “Como es sabido, el proceso cultural consiste en una doma progresiva de lo animal en el hombre; es un proceso de domesticación que no puede llevarse a cabo sin rebeldía de la naturaleza animal, ansiosa de libertad”.

Dice (p. 653): “No tomes a pecho ganancia y pérdida. […] El fuego no posee una figura determinada, llamea y se extingue: de ahí la imagen de la ganancia y la pérdida”.

Se insiste en la mutación si se quiere ser superior, noble, elevado (p. 728): “El gran hombre modifica como un tigre”.

Y estas son las palabras finales (p. 805): “El camino del noble está en ascenso, el camino del vulgar lleva a la tristeza”.

Contactos: hectorcortesm@gmail.com

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