Agua y sequía

Mujeres, las recolectadoras de agua. Foto: Ángeles Mariscal

En México el acceso, disposición y saneamiento de agua para consumo personal y doméstico en forma suficiente, salubre, aceptable y asequible al agua es un derecho contemplado en el artículo 4 constitucional; sin embargo, este derecho para garantizarse debe ser acompañado de políticas que aseguren su cumplimiento. Actualmente México enfrenta un problema de sequía en más de la mitad de su territorio y la disponibilidad de agua por habitante ha tenido una disminución constante.

De acuerdo con datos del INEGI (2020) Sinaloa cuenta con 140 plantas potabilizadoras, Ciudad de México 45, Tamaulipas y Tabasco 39, Chiapas cuenta con 5 plantas. Por otra parte, el 58 % del agua residual en México no recibe tratamiento. Los estados de Sinaloa, Oaxaca y Jalisco registraron el mayor número de plantas de tratamiento de aguas residuales municipales en operación, con 264, 183 y 170, respectivamente. Chiapas cuenta con 51, Tamaulipas, Coahuila y Baja California Sur son los estados con menos plantas de tratamiento con 20, 21 y 29, respectivamente.

La disponibilidad de agua en México es muy variada, el Valle de México tiene la disponibilidad más baja del país con apenas 144 metros cúbicos por habitante. Esta región es abastecida en parte por el Sistema Cutzamala, el cual está integrado por 7 presas, 3 de ellas son de almacenamiento y 4 derivadoras (obra de captación de aguas corrientes superficiales), estas presas abastecen de agua la mayor parte del Valle de México y actualmente se encuentran en 39.5 % de su nivel de llenado. La Subdirección General Técnica de Conagua informó que, al 8 de mayo del presente año, el nivel total de almacenamiento de los 210 principales embalses de México está al 49% de su capacidad de llenado.

Estados como Baja California, Baja California Sur, Coahuila, Chihuahua, Nuevo León, Sonora y Tamaulipas) reciben apenas el 9% del agua renovable al año. Los estados de la región sur-sureste como Chiapas, Guerrero, Oaxaca, Campeche, Quintana Roo, Yucatán, Veracruz y Tabasco) reciben 67.2% del agua renovable al año, esto con base en datos del INEGI 2019. Paradójicamente en Chiapas hay habitantes que tienen que recorrer kilómetros para tener acceso al agua.

La disponibilidad del agua ha disminuido debido al crecimiento poblacional y al uso industrial   en 1910 era de 31 mil m³ por habitante al año; para 1950 había disminuido hasta un poco más de 18 mil m³; en 1970 se ubicó por debajo de los 10 mil m³, en 2005 era de 4,573 m³y para 2019 disminuyó a 3,586 m³ anuales por cada mexicano. El indicador Falkenmark indica que cuando la disponibilidad de agua por habitante es de 1700 metros cúbicos se considera una situación de estrés hídrico, si es menor a 1000 puede comprometer la seguridad alimentaria y la industria de un país. ONU hábitat señala que México es el quinto país con mayor consumo de agua en el mundo, esta lista la encabeza Estados Unidos, seguido por Australia, Italia y Japón.

El monitor de sequía de México reporta al 7 de mayo de 2023 sequía en la mayor parte del territorio nacional, únicamente Yucatán y Tabasco no son reportados con sequía. Chiapas presenta la mayor parte de su territorio sin sequía, pero algunos municipios están anormalmente secos. En la Zona del Valle de México se están “bombardeando las nubes”, es decir, se han seleccionado nubes para dispersarles algunos químicos y a partir de esto se generen lluvias. Más allá de las técnicas para generar agua, hace falta la creación de infraestructura para el tratamiento de agua en el país y disminuir el porcentaje de agua no tratada, esta es una responsabilidad compartida entre la Federación, los estados y los municipios, el tiempo apremia.

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