Los que gobiernan el mundo, 2

Casa de citas/ 665

Los que gobiernan el mundo

(Segunda de tres partes)

Héctor Cortés Mandujano

 

 

La parte II, “El desafío político”, de 21 lecciones para el siglo XXI, de Juval Noah Harari, tiene cinco partes: Comunidad, Civilización, Nacionalismo, Religión e Inmigración.

 

  1. COMUNIDAD: Se descubrió que con los datos que la gente confía a Facebook se manipulan las elecciones en todo el mundo y los usuarios parecen no darse cuenta que están cediendo su vida a una máquina, que es su compañía más cercana (p. 109): “la gente lleva vidas cada vez más solitarias en un planeta cada vez más conectado”, es decir (p. 111), “estamos más interesados en lo que ocurre en el ciberespacio que en lo que está pasando en la calle. Es más fácil que nunca hablar con mi primo en Suiza, pero más difícil hablar con mi marido (sí, Yuval tiene marido, no esposa) durante el desayuno, porque está todo el rato pendiente de su teléfono inteligente en lugar de estarlo de mí”.

Creemos conocer a mucha gente; sin embargo (p. 112), “como ya se ha señalado, el Homo sapiens medio probablemente sea incapaz de conocer de manera íntima a más de 150 individuos”.

 

  1. CIVILIZACIÓN: Nada en el mundo es estático. Nada más cambiante que los grupos humanos (p. 121): “Hace diez mil años la humanidad estaba dividida en incontables tribus aisladas. Con cada milenio que pasaba, estas tribus se fusionaban en grupos cada vez más mayores, creando cada vez menos civilizaciones diferentes. En las generaciones recientes, las pocas civilizaciones que perduraban han estado uniéndose en una única civilización global”, es decir (p. 123), “el planeta está dividido en unos 200 estados soberanos, que por lo general están de acuerdo en los mismos protocolos diplomáticos y en leyes internacionales comunes”.

Los himnos nacionales, las banderas y los hospitales, dice Yuval, se parecen tanto (hay por supuesto excepciones), al grado que pueden confundirse (p. 129): “Las personas cultas de todo el mundo creen exactamente las mismas cosas sobre la materia, la energía, el tiempo y el espacio”. Por tanto (p. 131), “los grandes desafíos del siglo XXI serán de naturaleza global”.

 

  1. NACIONALISMO (p. 133): “La parte fácil es preferir a gente como nosotros antes que a los extraños. Los humanos lo han hecho durante millones de años. La xenofobia está en nuestro ADN. La parte difícil del nacionalismo es preferir a veces a extraños antes que a los amigos y los familiares”.

Aunque algunos quisieran no participar en el concierto universal, hay para todos, dice Yuval, tres retos: 1) el nuclear, que ya parece obvio; 2) el ecológico, que tiene que ver con el desastre que significa el cambio climático, y 3) el tecnológico, que es el daño que puede provocar la carrera de la Inteligencia Artificial.

 

  1. RELIGIÓN: Aunque siguen habiendo millones que creen en la Biblia y el Corán (p. 150), “en épocas más recientes, biólogos y cirujanos han relevado a sacerdotes y milagreros”; (p. 151): “El triunfo de la ciencia ha sido tan rotundo que nuestra idea misma de la religión ha cambiado”, entre otras razones porque (p. 152) “las antiguas escrituras no son una buena guía para la economía moderna” y, en fin (p. 155), “la religión no puede en realidad contribuir mucho a los grandes debates políticos”.

 

  1. INMIGRACIÓN: El problema es qué hacer (p. 161): ¿asimilar o expulsar a extranjeros? (p. 162) ¿El inmigrante debe adoptar las normas y los valores del país anfitrión, y renunciar a las que tenía antes? ¿”Ellos” se transforman en “nosotros”? ¿Es un favor o una obligación recibir a quienes llegan huyendo de sus países? Estas preguntas y otras similares no se pueden responder fácilmente.

    Ilustración: HCM

 

La parte III, “Desesperación y esperanza”, tiene cinco capítulos: Terrorismo, Guerra, Humildad, Dios y Laicismo.

 

  1. TERRORISMO: Lo ha dicho en capítulos anteriores y lo repite (p. 181): “Los terroristas son maestros en el control de las mentes. Matan a muy pocas personas, pero aun así consiguen aterrorizar a miles de millones y sacudir enormes estructuras políticas como la Unión Europea o Estados Unidos”. Han matado en un año, dice, “hasta 25.000 en todo el mundo”, mientras los accidentes de tráfico matan al año “a 1, 25 millones de personas en todo el mundo” y la diabetes “hasta 3,5 millones de personas”.

Los terroristas no pueden librar una guerra, afirma Yuval, pero (p. 184) “al matar a unas cuantas personas, los terroristas consiguen que millones de ellas teman por su vida” y que el gobierno reaccione con exageración. “En la mayoría de los casos, esta reacción exagerada al terrorismo genera una amenaza mucho mayor a nuestra seguridad que los propios terroristas”.

Aunque el terrorismo actual “es en gran parte teatro, el futuro terrorismo nuclear, el ciberterrorismo o el bioterrorismo plantearía una amenaza mucho más seria, y exigiría una reacción mucho más drástica de los gobiernos”.

 

  1. GUERRA: Poco qué decir (p. 203): “Sería ingenuo suponer que la guerra es imposible. Incluso si es catastrófica para todos, no hay dios ni ley de la naturaleza que nos proteja de la estupidez humana”.

 

  1. HUMILDAD: Cada pueblo se piensa elegido, cada religión cree ser la mejor, no importan lo que digan los datos históricos. Se ve, por ejemplo, a África como atrasada y no es cierto (p. 205): “La moral, el arte, la espiritualidad y la creatividad son capacidades humanas universales en nuestro ADN. Su génesis tuvo lugar en el África de la Edad de Piedra”.

Se necesita humildad para no creernos el centro del mundo (p. 219): “Y entre todas las formas de humildad, quizá la más importante sea la humildad ante Dios. Cuando hablan de Dios, con gran frecuencia los humanos profesan una modestia supina, pero después usan el nombre de Dios para tratar despóticamente a sus hermanos”.

Contactos: hectorcortesm@gmail.com

Sin comentarios aún.

Deja una respuesta

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Comparta su opinión. Su correo no será público y será protegido deacuerdo a nuestras políticas de privacidad.