¿Se terminó el colonialismo interno en México?

XXI Encuentro del Seminario Permanente de Estudios de la Gran Chichimeca

Durante los últimos tres días de esta semana, del 11 al 13 de noviembre, celebramos en el Centro Universitario de Ciencias Sociales y Humanidades de la Universidad de Guadalajara (CUCSH) el XXI Encuentro del Seminario Permanente de Estudios de la Gran Chichimeca con la reflexión de 26 ponencias y una discusión general. Me correspondió cerrar la reunión con una reflexión acerca del Colonialismo Interno, girando precisamente alrededor de la pregunta que encabeza este texto. Comencé mencionando la importancia del texto de Fray Matías de Córdoba, “De por qué los indios y los ladinos se deben vestir y calzar a la española y manera de lograrlo sin coacción ni violencia” (1798), texto que coloqué como un antecedente muy importante y singular de la política de Estado que conocemos como Indigenismo y que se aplicó durante una buena parte del siglo XX. Recordemos que el Primer Centro Coordinador Indigenista se estableció en San Cristóbal de Las Casas como una agencia del Instituto Nacional Indigenista (INI) que buscaba la asimilación de los pueblos originales llamados indígenas a la supuesta Cultura Nacional. “Para que se conviertan en ciudadanos útiles” decían los misioneros del Instituto Linguístico de Verano (ILV). Al tiempo, el importante antropólogo veracruzano, Gonzalo Aguirre Beltrán, exponía su teoría de la aculturación y de las regiones de refugio, como contextos teóricos del indigenismo, lo que fue aceptado continentalmente en el Primer Congreso Indigenista Interamericano de Pátzcuaro, Michoacán, celebrado en el mes de abril de 1940. En ese marco, se discutió qué significado identitario tenía la categoría de “Indio”. A esa cuestión respondió Alfonso Caso con su famosa afirmación de que “Indio es aquel que se siente Indio”, lo que fue ampliamente celebrado. Hacia los inicios de la década de los 1960, dos científicos sociales mexicanos, Pablo González Casanova y Rodolfo Stavenhagen, respondieron al planteamiento de Aguirre Beltrán en particular y al del indigenismo de Estado en general, que lo que existía en México y por ende en América Latina, era un “Colonialismo Interno” que mantenía a las comunidades indígenas en situación de dominio, con similitud a la que guardaban antes de la Independencia. El planteamiento era “fuerte”, sonaba muy radical a los oídos del indigenismo oficial, cuyos voceros no tardaron en responder que era completamente falso el planteamiento del colonialismo interno. La respuesta más compleja fue la expuesta por Gonzalo Aguirre Beltrán en su libro Lenguas Vernáculas. Su uso y desuso en la enseñanza: La experiencia de México, (1982) mientras que el planteamiento de la llamada “Generación Crítica de la Antropología Mexicana” se expresó a sólo dos años de distancia del Movimiento Estudiantil de 1968, en 1970, con la publicación de un libro que editado por Arturo Warman lleva por título De eso que llaman Antropología Mexicana. Pero el indigenismo siguió con el INI o sin el INI. Las comunidades indígenas siguieron en situación de notoria desventaja en comparación con el resto de la sociedad en México. El 1 de enero de 1994, hace ya 30 años, ocurrió en Chiapas el levantamiento armado del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) que actualmente pasa por un momento complejo y difícil. El levantamiento del EZLN generó una amplia discusión a lo largo y ancho del país y fuera de nuestras fronteras. Se discutió de nuevo la tesis de Pablo González Cazanova (nombrado “Comandante Contreras” por el EZLN) y volvió a la palestra nacional el planteamiento de Guillermo Bonfil que en su momento derrumbó la definición de Alfonso Caso, de que “Indio es aquel que se siente Indio”. En efecto, Bonfil alegó que la categoría de Indio era un concepto supra étnico, es decir, no hacía referencia a ninguna identidad sino a una condición: la de colonizado. En efecto, Guillermo Bonfil escribió que Indio es una categoría de la situación colonial (1972), reforzando la teoría del colonialismo interno. Agregó otro clavo más el gran etnólogo que fue Guillermo Bonfil con su muy difundido libro titulado México Profundo (1986). Todo ello volvió a ser discusión nacional a raíz del levantamiento armado del EZLN hace 30 años. Recordemos además, que se desató una discusión sobre si las comunidades indígenas como tales, es decir, como entidades culturales, podían ser o no sujetos de derecho. Ríos de tinta corrieron sobre el tema. Se firmaron los Acuerdos de San Andrés que el círculo de poder de aquellos días traicionó de manera ostentosa. Y en días recientes un documento oficial reconoce a las comunidades indígenas como sujetas de derecho y se acompaña de otras prerrogativas legales. Ante ello, la pregunta queda en pie: ¿Se ha terminado el colonialismo interno en México? ¿Qué opinan las propias comunidades indígenas?

El asunto es vital para el país.

Ajijic. Ribera del  Lago de Chapala, a 13 de Noviembre de 2024

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