Sin panela, no hay calabaza sabrosa

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Artesanos que se dedican a la elaboración de panela, en los municipios de Venustiano Carranza, Las Rosas y Tsimol, tienen su mejor venta del año debido a la alta demanda de su producto previo al día de muertos.


La panela o piloncillo, como se le conoce al producto en Chiapas,  se vende todo el año, pero este endulzante  es demandado cada año en fechas previas a celebrarse el día de muertos, ya que su uso es fundamental para la elaboración de dulces típicos de la celebración de todos santos.

Por ello, en las moliendas ubicadas en los municipios de Venustiano Carranza, Las Rosas, y Tsimol, los maestros paneleros trabajan desde las 4 de la mañana para poder abastecer los pedidos que tienen durante estos días, en los que la panela es  solicitada no solo en los municipios de Chiapas, sino también en regiones de Oaxaca.

Me esperan en Juchitán y Tehuantepec, con 450 atados,  allá la panela chiapaneca se vende como pan caliente en estas fechas, porque el producto de esta zona me comentan mis clientes que se dedican a la venta y elaboración de dulces típicos, rinde como ninguno, dijo Abenamar Ruíz, comerciante de panela.

A escasos días de celebrar el día de muertos, los preparativos en las ofrendas han comenzado, por ello, la panela es un producto que no puede faltar, debido a que es un ingrediente fundamental para la elaboración de la típica calabaza en dulce.

De acuerdo a los maestros paneleros, estas fechas son las mejores del año, debido a que  el precio de su producto llega alcanzar hasta los 200 pesos por pesada, cada pesada equivale a cuatro atados, estos a su vez se componen de cuatro tapas, de pilloncillo o panela.

Durante el resto del año el precio  de su producto suele desplomarse en los meses de febrero o marzo, la pesada llega a cotizarse hasta en 80 pesos es decir, un atado apenas llaga a tener un costo de 20 pesos, un precio bajo al considerar el esfuerzo que implica trabajar en una molienda.

El día de muertos es la única fecha del año, en la que los artesanos pueden vender su producto a precios justos.
Foto: Daladiel Jiménez

Los maestros molenderos, comienzan s para avanzar a moler el jugo de caña,  para luego cocinarse sobre pailas que evaporara toda el agua que contiene el jugo, y así, obtener la miel que se transforma en panela luego de ser colocada sobre moldes y esperar a que se enfríe, para después  desmoldar y como proceso final, envolver las tapas en atados.

Llevar a cabo todos los procesos para obtener el piloncillo demora de 8 a 10 horas en total,  bajo altas temperaturas emitidas por el horno y el vapor que sale de la paila durante el proceso de cocción.

Por ello, en fechas previas al día de muertos,  los artesanos aprovechan a darle un valor monetario significativo al producto, debido a la alta demanda que tienen por parte de la población de los municipios cercanos y los municipios del vecino estado de Oaxaca.

Nuestra Panela se vende como pan caliente, dos semanas antes  del día de muertos, porque con ella preparan dulces típicos para colocar en los altares, principalmente calabaza, luego después de esta fecha, nuestro producto comienza a bajar de precio (…) En estos días tenemos ventas a buen precio, gente de Comitán, Tuxtla Gutiérrez, Villaflores, Arriaga, y Juchitán, vienen a llevarse toda la panela, por ello pasan los clientes y no encuentran, muchos hasta se enojan por regresarse sin nada, mencionó Julio César Vázquez, Maestro Panelero.

A las moliendas no solo acuden compradores de panela durante las fechas previas al día de todos los santos, también llegan personas con calabazas, y papayas verdes para que sean cocinadas dentro de la paila llena de miel, para obtener los dulces que repartirán ya sea con familiares, o con niños que salgan a pedir el tradicional quinsanto, como se le conoce a las golosinas elaboradas en día de muertos.

También acuden clientes en busca de aguardiente de caña para colocarla en la ofrenda, en memoria de amigos y familiares fallecidos, por ello los trabajadores de las moliendas tienden a alargar sus  jornadas de trabajo, para aprovechar al máximo los únicos días del año en los que su producto alcanza un precio superior al resto del año.

Sin panela, no hay calabaza sabrosa, por eso la gente en estos días si no alcanza su panela, hasta la dejan apartada para el próximo día, con tal de poder llevar el dulce a sus casas, finalizó Félix Jiménez, Maestro Panelero.

La panela es fundamental para la elaboración de quinsanto.
Foto: Daladiel Jiménez

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