
La quietud del cristal
Ricardo Castillo: Orinar es la mayor obra de ingeniería/ Por lo que a drenajes toca
Ricardo Castillo: Orinar es la mayor obra de ingeniería/ Por lo que a drenajes toca
Samuel Ramos: “El espíritu no se convence nunca de que sea él el inventor del mundo, ni que el conocimiento sea una rumiación. Sabe que sólo puede crecer alimentándose de lo extraño”
Salman Rushdie (uno de sus personajes femeninos): “Los hombres no duran […], los hombres son están hechos para aguantar. En mi vida los hombres han sido como zapatos. Tuve dos y los dos se gastaron. Después de aquello aprendí a andar descalza, por decirlo así”
Gabriel Orozco: “En México necesitamos más obras maestras y menos maestros de obra”
Shakespeare: “Mientras sea yo un mendigo, insultaré y diré que ser rico es el mayor pecado; y cuando sea rico, mi virtud será decir que el peor vicio es la mendicidad”
Nietzsche: “Hombres destructivos arman trampas para atrapar multitudes y las llaman Estado”
Julio César López: “Yajalón, ese pueblito chiapaneco sumido en un hoyo; rodeado de verdes montañas y lleno de gente buena, cuyo peor defecto, o el más notable, es poner apodos a todos sus habitantes –absolutamente nadie se escapa– y, a quienes se dejan, intenta además volverlos locos”
Virgilio Piñera: «La noche es un mango, es una piña, es un jazmín. […] No queremos presencias celestiales sino presencias terrestres,/ que la tierra nos ampare, que nos ampare el deseo”
El himno nacional mexicano fue resultado de un concurso “en el que finalmente triunfó la obra de Francisco González Bocanegra, un criollo nacido en San Luis Potosí que había pasado su juventud en España. […] La música la compuso un maestro español que Santa Anna trajo de Cuba como director de bandas y músicas militares: Jaime Nunó”