Pásele, pásele marchantita
Ir al mercado era una de las actividades que disfrutaba Carmina. En cada uno encontraba un mosaico de colores, olores y riqueza en la mezcla de las culturas reflejada en los productos que se podían hallar.
Ir al mercado era una de las actividades que disfrutaba Carmina. En cada uno encontraba un mosaico de colores, olores y riqueza en la mezcla de las culturas reflejada en los productos que se podían hallar.
Su memoria se remontó a las tantas cartas que solía escribir a sus amistades locales, de otros estados, países y las cartas que también recibía como respuesta.
El 2 de noviembre será diferente, es parte de uno de los retos en este año que está por culminar, sin embargo, no pasará desapercibido mientras nuestros fieles difuntos permanezcan en nuestra memoria y corazones.
Cuando las mujeres se sentían tristes debían trenzarse para que al ir entrelazando sus cabellos ahí se quedará atrapada la tristeza y no corriera al resto del cuerpo porque podía enfermarlo.
– Mami, ¿de qué tamaño es nuestro corazón? – El corazón tiene el tamaño de un pequeño mundo.
Mientras limpiaba las huellas, Violeta seguía atendiendo a los sonidos, el agua, el trapeador al limpiar el piso, al exprimirlo.
Hoy hice una de esas pausitas necesarias en la vida, el corazón se siente reconfortado y el cuerpo agradecido.
Esa mañana amaneció nublado, con mucho viento y una brizna de lluvia, el clima era frío. Mariela se percató de esta sensación friecita cuando abrió la ventana, a lo lejos estaba su papá entre la milpa cortando elotes.
Ella no podría hacer una serie de colaboraciones y tenerlas en archivo, como si fuera una especie de ropa para cada día de la semana, porque cada uno de sus textos eran parte de su día a día.