Política y deporte. A propósito del Mundial de fútbol en Qatar
ecir que no se debe relacionar política y deporte es un sinsentido. Aún más cuando el espectáculo deportivo arrastra tras de sí a colectivos humanos o representa a Estados o naciones. Instituciones o pueblos que no se sostienen e identifican únicamente a través de aspectos materiales, sino que necesitan signos y símbolos colectivos.











