
Javier Álvarez Ramos, el intrigante
A Javier Álvarez Ramos, doctor honoris causa por la Unicach (aunque usted no lo crea), le gusta el juego perverso, pero sobre todo incomodar la vida de sus colegas rectores.
A Javier Álvarez Ramos, doctor honoris causa por la Unicach (aunque usted no lo crea), le gusta el juego perverso, pero sobre todo incomodar la vida de sus colegas rectores.
Pionero en el estudio de la frontera sur, fundador de dos universidades públicas de prestigio, autor de una veintena de libros, intelectual comprometido y gestor cultural destacado, Andrés Fábregas Puig aspira a dirigir el Centro de Investigaciones y Estudios Superiores de Antropología Social (CIESAS) por el compromiso que tiene con esta institución, en la que trabajó desde su etapa fundacional, pero manifiesta respeto por los otros dos aspirantes internos “porque son de casa y harían un estupendo trabajo”. De ser designado director general, Fábregas Puig tiene muy claro que no buscaría la reelección, porque no le convendría al centro, ni […]
Jaime Valls Esponda dejará a finales de este año la rectoría de la Universidad Autónoma de Chiapas. No se aferrará al cargo porque no es su carácter y porque tiene otras posibilidades de avanzar y consolidar su carrera política. Las relaciones que ha tejido a nivel nacional, en especial con el secretario de Hacienda, Luis Videgaray, y con el de Relaciones Exteriores, José Antonio Meade, le abren las puertas para regresar a la administración pública federal en condiciones excelentes
Es un club exclusivo de periodistas a punto de desaparecer por culpa de la modernidad y de la oleada de muchachos salidos de las escuelas de comunicación. Se hacen llamar los “picapiedra”. No sé realmente quién les puso los “picapiedra”, pero no dudo, ni por un instante que haya sido Marco González, un periodista generoso por los cuatro costados, y hábil para bautizar a generaciones de informadores emergidas al solipiendazo.
Óscar Palacios en Me lo dijo Gervasio rescata a un personaje fantástico, hecho para la política arrecha y desmadroza. Se trata de Álvaro López, quien encabezó en Chiapas la primera protesta por la imposición de candidatos priistas, que ya empezaba a hacerse costumbre a finales de los cuarenta.
Nadie debería ser secretario de Hacienda de Chiapas sin haber realizado, personalmente y sin palancas, trámites de contribuciones al erario para que sienta lo que es perder una jornada entera en la burocracia.
El reloj marca las ocho de la mañana de este domingo 9 de marzo. Estoy detrás de unos mil hombres y mujeres que se proponen correr 10 y 21 kilómetros del llamado Medio Maratón de San Cristóbal. No he empezado, pero ya he recibido dos codazos y varios pisotones de dos fortachones que calientan corriendo de un lado para otro, atropellando a enclenques como yo.
Hace algunos años, cuando obtuve mi acta de nacimiento a través de un módulo de Gobierno Exprés, quedé sorprendido al ver que con un unos cuantos datos y el pago del trámite, la máquina me haya expedido el documento. Sentí, entonces, que Chiapas tenía futuro, que el Estado hacía por vez primera lo más elemental: respetar el tiempo de la gente. Imaginé que en el futuro ese sistema, que jubilaba a burócratas amargados, se afinaría más, que la tenencia, el predial y cuanto pago tuviéramos que efectuar lo haríamos desde esas maquinotas o desde una computadora.
En ningún lugar de Chiapas se vive con tanto colorido el carnaval como en Ocozocoautla, en donde el Mahoma, el David, el Tigre, el Caballo, pero sobre todo los chores, enlazan tradición y modernidad.