
Definición de cuatro
El número cuatro es un número un tanto relegado en el mundo. Desde que se supo que el mundo no era una superficie rectangular, el cuatro perdió su hegemonía.
El número cuatro es un número un tanto relegado en el mundo. Desde que se supo que el mundo no era una superficie rectangular, el cuatro perdió su hegemonía.
Tal vez algún día les cuente de la historia (que también me contaba mi abuela Esperanza) del niño que cuando escuchaba la palabra blanco pensaba en el color negro.
Me dijo que cuando alguien lo apura él piensa en su abuelo e imagina que todo en el mundo se mueve en cámara lenta y deja que el mundo de su alrededor ruede con su movimiento apresurado, porque sabe que el universo se expande de manera lenta, lenta, lenta…
¿Qué es lo peor de lo peor? Si esto tiene respuesta, entonces también tiene respuesta la pregunta: ¿Qué es lo mejor de lo mejor?
Yo también tengo mi definición de música, pero se queda pálida ante la definición de don Efraín: “Hilos invisibles que mueven los pies”.
En la orgía del año pasado hubo marimba, un mago que hizo aparecer conejos en chisteras, un payaso, baile, comida (los meseros sirvieron una chanfaina deliciosa.
Todos cabemos en la categoría de los “Otros”. A veces pensamos que somos “Nosotros”, pero en realidad, para los “otros”, nosotros somos los “otros”, así como nosotros vemos a los demás como los otros; es decir, para el mundo en general siempre estamos metidos en el costal de los otros.
Cuando alguien me menciona por número no hago caso. En el banco pido favor a un amigo para que pase a depositar, y cuando hago fila para comprar las tortillas no digo que soy el número tres de la fila, ¡no!, a cada uno de los que me anteceden les invento nombres y así digo que estoy detrás de Carmelita o de Alonso.
Y nada de esto se encuentra en la definición de diccionario que privilegia que es “una unidad de longitud” y que también es un instrumento para medir que tiene cien centímetros y que, también, es el nombre con el que se conoce el tren subterráneo (Subway). Ningún diccionario dice que el metro puede ser una “unidad” de tortura estúpida o un lugar donde un pasajero puede ser asaltado.