Nich Ixim, en SCLC, exige «reconocimiento y dignificación de la partería tradicional»

El Movimiento de Parteras de Chiapas, Nich Ixim. Foto: Cortesía.

San Cristóbal de Las Casas, Chiapas.- El miércoles 27 de noviembre, bajo el marco del 25N, Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres, más de 600 parteras y aprendices de 43 municipios, emitieron un comunicado para denunciar la violencia obstétrica que viven las mujeres en el estado, y exigir que se reconozca y dignifique la partería tradicional.

 

Comunicado del Movimiento de Parteras de Chiapas Nich Ixim

San Cristóbal de Las Casas a 27 de noviembre de 2024

 

En México hay un porcentaje de cesáreas de 48.8% del total de nacimientos y se estima que solo entre el 10% y el 15% de estas cesáreas están justificadas por motivos médicos, esto quiere decir que más del 38% de estas cesáreas son innecesarias, injustificadas, Las madres y recién nacidos presentan mayor riesgo de complicaciones después de una cesárea, No realizar las prácticas médicas adecuadas y basadas en evidencia contribuye a un aumento de cesáreas innecesarias, esto según el Instituto Nacional de Salud Pública , la OMS y UNICEF.
Según el INEGI más del 70% de las mujeres ha experimentado un incidente de violencia, que puede ser psicológica, económica, patrimonial, física, obstétrica o sexual, denunciamos un alarmante aumento del 10% en los casos de acoso y hostigamiento sexual hacia mujeres en México entre enero y agosto de 2024, dando así una cifra de más del 80% de mujeres violentadas en el país.

En Chiapas, la situación es igualmente preocupante, con muchas mujeres que no saben cómo o no cuentan con recursos para denunciar estos actos y un incremento en los feminicidios debido a la violencia de género.

El movimiento incluye a comunidades indígenas que hablan lenguas como tsotsil, tseltal, tojolabal, chol, kanjoval, chuj, zoque y español.

Las mujeres tenemos derecho a tener una vida libre de violencia en todas sus formas, particularmente la violencia obstétrica que se genera cuando maltratan a las mujeres en los hospitales, cuando nos las quieren atender, cuando les hacen episiotomía innecesaria, cuando las castigan y regañan por atenderse con partera, cuando no les informan sobre los procedimientos que les van a realizar, cuando son inducidas con miedo o amenazas al parto hospitalario y en el caso de mujeres indígenas y rurales son más ,estas son algunas formas de que las instituciones de salud ejercen violencia obstétrica a las mujeres, cosa que la parteras no hacemos, ya que brindamos una atención desde el consentimiento, en su propia lengua materna y desde el respeto.
Desde hace 10 años, nos organizamos para defender y promover la partería tradicional. No hemos dejado de atender a las mujeres y, lo más importante, como parteras estamos identificando riesgos y hemos actuado oportunamente para salvar las vidas de las mujeres y recién nacidos, no hemos tenido muertes maternas y neonatales relacionadas con las parteras que integran el movimiento.
Las parteras no solamente atendemos partos, sino que también atendemos y cuidamos las familias en nuestras comunidades, este año en el movimiento tenemos registrado hasta el día de hoy al menos 10800 atenciones brindadas por 120 parteras, continuamos recopilando la información del resto de parteras del movimiento, nuestro trabajo ha sido invisibilizado sin ningún reconocimiento por el estado, por las instituciones de salud y en algunas veces por la misma sociedad.
Nuestras Demandas son:
  • Reconocimiento y dignificación de la partería tradicional.
  • Libre ejercicio de la partería sin prohibiciones.
  • Respeto al derecho de las mujeres a decidir dónde y con quién parir.
  • Acceso a servicios de salud que sean accesibles y respetuosos.
  • Protección y transmisión de nuestros conocimientos ancestrales.
El camino hacia el reconocimiento ha sido complicado, requiriendo acciones a nivel estatal, nacional e internacional. Hemos logrado establecer un diálogo con instituciones como IMSS Bienestar y el registro civil para mejorar la atención materna y neonatal.
Hemos luchado para que se escuchen nuestras demandas y así defender la partería tradicional en Chiapas y en México.
¡Las mujeres tienen derecho a decidir dónde, con quién y cómo parir!
Nos hemos dado cuenta que existe una política institucional que nos está volviendo meramente canalizadoras sin poder atender los partos, robándonos la esencia y corazón de nuestra labor.
A nivel estatal, en octubre del año pasado se aprobó en el congreso del estado un punto de acuerdo donde se reconoce a la partería tradicional para que se pueda emitir la constancia de alumbramiento y esta tenga validez en el registro civil, como lo marca el reglamento propio del registro civil estatal. Para asegurar que todas las niñas y niños que atendemos tengan su acta de nacimiento y que puedan acceder a servicios básicos de salud y educación.
Este ha sido uno de nuestros mayores logros el que ahora podamos emitir la «constancia de alumbramiento,» lo que permite a las familias registrar a sus bebés sin pasar por un centro de salud para el canje con certificados de nacimientos. Nuestros próximos pasos incluyen que todas las parteras del estado puedan llenar estos documentos por sí mismas con su puño y letra de la manera más sencilla posible.
A nivel nacional logramos que en la reforma de la ley general de salud federal se incluyera la palabra partera tradicional y que en esta reconozca a la partería con la elaboración de los certificados de nacimiento propios de las parteras, con esta acción estamos buscando que se armonice la ley de salud del estado de Chiapas para que las familias de los recién nacidos con nosotras obtengan su acta de nacimiento y con ello puedan los infantes obtener la identidad de manera inmediata.
A nivel internacional, participamos en un evento de la ONU en el Foro Permanente para las Cuestiones Indígenas en abril de 2024, donde hablamos sobre la salud de las mujeres indígenas. Allí se reconoció la urgente necesidad de atender mejor a estas mujeres y se pidió a los gobiernos que prioricen su salud.
El informe emitido del vigésimo tercero foro permanente dice de la siguiente manera:
“27. El Foro Permanente reconoce la necesidad urgente de aumentar el compromiso con la salud de las mujeres indígenas en todo el mundo, ya que sus necesidades de salud no suelen atenderse bien y carecen de atención apropiada desde el punto de vista cultural, entre otras cosas por la criminalización de las prácticas tradicionales de parto.
El Foro insta a los Estados Miembros y a las entidades de las Naciones Unidas a que colaboren a fin de elaborar programas y asignar fondos que prioricen la salud de las mujeres indígenas y los servicios de partería para ellas y de dar más visibilidad a la situación concerniente a la salud de las mujeres indígenas generando más datos desglosados. El Foro pide que se revisen las leyes que discriminan a las mujeres indígenas.
El Foro invita a la Organización Mundial de la Salud (OMS), el Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA) y el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia a que colaboren para detectar y documentar en su trabajo a nivel nacional buenas prácticas de intervenciones de salud apropiadas desde el punto de vista cultural que, entre otras cosas, ayuden a las mujeres y las niñas indígenas a ejercer sus derechos sexuales y reproductivos.
El Foro solicita que las entidades confeccionen un informe integral sobre los progresos realizados y lo presenten en el período de sesiones de 2025 del Foro”.
A pesar de nuestros logros, aún nos falta alcanzar una de nuestras principales demandas: obtener un incentivo económico que reconozca nuestro trabajo como parteras.
Algunas de nuestras exigencias son:
– Que las casas de parteras sean administradas por nosotras las parteras y que podamos seguir atendiendo partos en ellas, sobre todo en casas de parteras que fueron gestionadas por las mismas parteras y las autoridades municipales.
– Que se mejore la atención en los hospitales para evitar la violencia obstétrica.
– Que los hospitales tengan suficientes materiales y personal médico para atender a las mujeres.
– Que nos dejen atender los partos de las mujeres que confían en nosotras libremente.
Agradecemos a todas las parteras y jóvenes que han luchado con nosotras, y recordamos a aquellas que ya no están, son las maestras que siempre nos acompañarán en espíritu. Nos comprometemos a seguir trabajando para atender la salud de las mujeres y las comunidades, defendiendo nuestra forma de cuidar la vida y nuestra cosmovisión indígena.
Con o sin normas, estamos decididas a seguir acompañando a las mujeres, y lucharemos para que se respete nuestra constancia de atención en el registro civil.
¡que vivan las parteras!!! !que vivan las mujeres!!!!
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