Michoacán, noticias del narcoestado

Caminos de Michoacán/ y pueblos que voy pasando/ si saben en dónde está/ porqué me la están negando/ díganle que ando en Sahuayo/ y voy pa’ Ciudad Hidalgo.

Yo te seguiré buscando/ por estas tierras tan bellas/ de Zitácuaro a Huetamo, de Apatzingán a Morelia…

AUTODEFENSA

Al ritmo de esta popular canción y hartados de las extorsiones, secuestros, violaciones y asesinatos, civiles armados constituidos en grupos de autodefensa han tomado el control de más de una decena de municipios para avanzar sobre Apatzingán, el bastión de Los Caballeros Templarios, el cártel criminal que gobierna con el terror en la zona de Tierra Caliente en aquel estado del occidente mexicano.

La revuelta se alimentó del coraje y la impotencia ciudadana ante la delincuencia institucionalizada; también tuvo su caldo de cultivo en la consuetudinaria abdicación del gobierno de sus responsabilidades y en la connivencia de políticos y funcionarios con las despiadadas mafias.

En los años 90, académicos y algunos medios periodísticos alertaron sobre la colombianización de México, un término que prevenía sobre la aparición de rasgos muy similares del país sudamericano penetrado hasta sus entrañas –políticas, económicas y sociales—por el narcotráfico. La advertencia de ese fenómeno pernicioso se desdeñó y lo que hoy tenemos en Michoacán es la consecuencia del narcoestado que se gestó durante décadas bajo la complacencia y la complicidad de los gobiernos nacionales y estatales.

Está documentado que el narcotráfico tiene hondas raíces en nuestra historia y se ha apareado frenéticamente con el poder político, lo cual explica la alta penetración de la criminalidad en las instituciones y en todos los procesos que le son funcionales para influir en el poder público, campañas electorales incluidas.

Se sospecha que las autodefensas fueron toleradas –e incluso alentadas— por el gobierno federal como una estrategia de contención de los cárteles rebeldes en el terreno corto, en su espacio cotidiano de influencia y movilizando a los directamente afectados por la tiranía de los Templarios, pero que también son los que mejor conocen su identidad y movimientos. Tan es así que rápido localizaron las mansiones de los capos y las ocuparon, como lo muestran las fotografías profusamente difundidas por los medios.

No es descabellada esta idea si recordamos que como asesor externo de seguridad Enrique Peña Nieto tiene al flamante exdirector de la Policía Nacional de Colombia, Óscar Naranjo Trujillo, artífice de las operaciones de inteligencia que culminaron con la muerte de los jefes narcos Pablo Escobar Gaviria y Gonzalo Rodríguez Gacha.

Aunque ese fuera el caso, lo cierto es que el movimiento civil armado –financiado en gran medida por los agroexportadores extorsionados— se ha salido del guión y ha generado su propia dinámica militar y política poniendo en entredicho el papel del Estado. Por eso se enviaron a Michoacán miles de soldados y policías federales, y un “gobernador adjunto” para contener la expansión de las autodefensas y para que el gobierno no quede desplazado de la nueva correlación de fuerzas que, con el repliegue de Los Templarios, se está gestando en el mapa criminal.

Con todo y los factores que pudieran restarle autenticidad al fenómeno de las autodefensas, no hay duda de que tienen una base social y su simpatía se extiende más allá de las fronteras michoacanas. En buena parte del territorio mexicano existen condiciones para el surgimiento de estas expresiones civiles en contra de la criminalidad desbordada, como ya sucedió el año pasado cuando se registraron brotes en varios estados.

Sin embargo, no hay que confundirse. El hastío ciudadano no es sólo contra la delincuencia organizada sino también contra los gobiernos cuya naturaleza está fuertemente vinculada a las mafias de toda índole. En un contexto de instituciones débiles y una clase política corrupta y desprestigiada, las autodefensas podrían convertirse en un mecanismo de escudo social; depende del éxito que tengan en Michoacán, del arraigo que alcancen entre la población y, si logran fortalecerse, de cómo se definan frente al Estado.

edgarhram@hotmail.com

chiapaspost@gmail.com

Blog:

http://chiapaspost.blogspot.mx

 

 

Sin comentarios aún.

Deja una respuesta

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Comparta su opinión. Su correo no será público y será protegido deacuerdo a nuestras políticas de privacidad.