Incienso de copal

Foto: Cortesía

Esa mañana Eduviges estaba terminando de acomodar algunas cosas en la sala de su casa cuando percibió un agradable aroma a incienso, tenía tiempo que no sentía ese aroma. Intentaba acordarse qué aroma sería, era intenso pero a la vez relajante. El olor se colaba a través de las ventanas, supuso que quizá provenía de casa de sus vecinos, a Joaquín y Azucena les gustaban las velas aromáticas y los inciensos.

El sentido del olfato hizo conexión con la memoria y la remontó a las celebraciones que solían hacían hacer en casa, el aroma le resultaba muy familiar. Mientras seguía intentando acordarse del nombre del incienso su mirada se detuvo en una fotografía de sus ancestras, parte de su linaje materno. En esa imagen, en blanco y negro, estaba su bisabuelita, su abuelita y dos tías abuelas. Tomó la fotografía de la mesa de los retratos y observó detalladamente cada elemento, el escenario se veía como en el patio de una casa, las mujeres estaban sentadas, juntas. Ninguna sonreía, estaban serias pero los rostros se veían apacibles, los rasgos de cada una eran tan claros.

Aunque esa imagen la había visto otras ocasiones no se había detenido para identificar elementos como los que ahora observaba. Calculó el año de la fotografía, al ver el reverso se llevó la sorpresa al hacer la sumatoria, tenía en sus manos un tesoro, más de 8 décadas transcurridas. Se sintió agradecida de poder tener la oportunidad de conocer a algunas de sus ancestras a través de esa imagen.

Intentó imaginar los retos a los que se enfrentaron en la vida. Recordó anécdotas que su mamá le había contado. Los esfuerzos de la bisabuelita y la abuelita para sacar adelante a su familia. Luego se quedó pensando, ¿qué evento sucedió para que se tomaran esa fotografía? ¿Cómo accedieron las mujeres mayores a hacerlo? Supuso que había sido algo importante.

Mientras estaba concentrada ahora en ese tema seguía percibiendo el aroma a incienso, y como una especie de chispazo se le vino a la mente, es incienso de copal. Sí, el bello aroma era de copal, pero cómo se le  había pasado el nombre, desde su niñez lo había percibido; ese aroma era parte de las tradiciones, el que acompañaba las celebraciones de Todos santos y Día de los fieles difuntos, los rezos de la familia y también las ocasiones especiales para agradecer la vida.

Regresó nuevamente la vista a la fotografía, sintió como si hubiera una conexión especial entre el recuerdo de las ancestras y ese aroma a copal que continuaba percibiendo. Dejó la imagen sobre la mesa de los retratos. Se dirigió a la puerta para ir a casa de sus vecinos, además de agradecerles el regalo aromático, quería preguntarles, ¿dónde podría conseguir el incienso de copal?

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