Perú en llamas

Protestas en Perú. Foto: DPA

 

El Perú está en llamas. El pueblo peruano ha salido a las calles para protestar, exigir democracia, pelear por que se respete la voluntad mayoritaria. Todo sucedió a raíz de la nueva modalidad del golpe de Estado que se presenta en América Latina: las oligarquías desconocen los resultados electorales que no les favorecen y promueven a través de congresos vendidos la destitución de quien resulta electo en las urnas. Eso pasó en Perú. Eso sucedió en Bolivia con la destitución de Evo Morales y ello pretendió ocurrir en Brasil con el cuento de que las elecciones fueron trucadas y que Lula debe renunciar. Antaño, los círculos del poder oligárquico usaban a las fuerzas armadas para dar el golpe y colocar a sus sirvientes al frente del Estado. Fue la época que en América Latina conocimos como la de los “gorilatos” , un término que no se merecen los gorilas. En un intento por justificar el golpe de Estado, el gobierno de facto del Perú achaca la situación al Presidente Castillo, encarcelado y sujeto a un juicio a todas luces ilegal. El 7 de diciembre pasado, la destitución de Castillo se consumó gracias a la traición de la actual Presidenta del Perú, Dina Boluarte, a quien el destituido Presidente creyó era su compañera de lucha en la Vice Presidencia del País. Y los golpistas hubieran también encarcelado a la familia del Presidente Castillo, si no hubiera sido por la rápida y oportuna intervención del Gobierno de México, que logró trasladar a la esposa e hijas de Castillo a México. Hoy el país está sumido en el caos político con el pueblo en las calles exigiendo se repare el tremendo daño llamando de inmediato a elecciones, obteniendo como respuesta la represión que ya contabiliza a más de medio centenar de muertos. La movilización popular ha revelado la estructura de clases del Perú, una sociedad en la que se mezclan las categorías de clase y de etnicidad, para resultar en una compleja organización social. Las oligarquías, descendientes del criollismo colonial, han despreciado históricamente a los pueblos originarios vanguardizados por Quechuas y Aymarás, descendientes de aquella sociedad Incaica que aún asombra por sus logros tanto en la arquitectura de la que el Machu Pichu es el ejemplo descollante como en la organización del Estado en épocas precoloniales, como lo describió y explicó Jhon Murra en su libro La Organización Económica del Estado Inca (1987). Perú es el país que vio nacer el pensamiento crítico en la revista Amauta fundada por José Carlos Mariátegui, uno de los primeros intelectuales latinoamericanos en apoyarse en la propuesta metodológica de Carlos Marx. Su libro Siete ensayos  de la Realidad Peruana (1928) sigue siendo lectura indispensable para entender el devenir histórico del Perú. Más aún, el Perú es la patria de uno de los antropólogos latinoamericanos más importantes además de escritor brillante: José María Arguedas. La obra de este gran escritor es un legado patrimonial del pensamiento latinoamericano. Ahí están sus novelas: Todas las Sangres (1964), Yawar Fiesta (1941),  El Zorro de Arriba, el Zorro de Abajo (1971), Los Ríos Profundos (1958), Agua (1935), para citar sólo algunas de sus obras literarias. Como antropólogo, Arguedas fue un pionero en el análisis de su propia sociedad y en la comparación de contextos culturales de España y Perú. Al respecto, cito el importante texto de Pedro Tomé, “Arguedas y los inicios de la antropología contemporánea en España” (2012), en el que el antropólogo español hace un extenso análisis del trabajo de campo y la etnografía escrita por José María Arguedas en el poblado de Sayago en Zamora, hacia el año de 1958. Por cierto, que con mi amigo Pedro Tomé visitamos Sayago y caminamos sus calles mientras conversamos acerca de la obra pionera de Arguedas. No podíamos dejar de lado conocer el bar al que Arguedas solía concurrir en el poblado de Sayago. El libro de Arguedas se titula Las comunidades de España y del Perú, fue editado por Paidós y el texto lo presentó su autor para obtener el grado de Doctor en Antropología. Hoy, es el pueblo del Perú en abigarrada multitud el que sale a las calles, el que está siendo masacrado ante la indiferencia de organismos internacionales que se supone deberían intervenir para auxiliar a que se restablezca la democracia. Una vez más presenciamos en esta América Nuestra el enfrentamiento entre oligarquías sin escrúpulos y un pueblo que lucha contra la adversidad, la desigualdad social, la injusticia. Desde Chiapas Paralelo expresamos nuestra esperanza de que más pronto que tarde, el pueblo peruano encuentre la paz y la justicia.

Ajijic. Ribera del Lago de Chapala. A 22 de enero, 2023.

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