La repetición en la Historia como caricatura

Decía Carlos Marx que los sucesos históricos no se repiten pero que cuando eso llega a suceder es en forma de caricatura. Creo que la realidad de la continuada presencia del fascismo en los actuales contextos históricos permite dudar de esa opinión. En efecto, el fascismo tiene hoy una importante presencia en países de Europa y de América Latina a través del eufemismo de llamar “extrema derecha” a lo que con claridad es el fascismo. Recordemos las características de esa ideología política: el fascismo es un sistema político autoritario apoyado en un partido de masas con un liderazgo centralizado en el culto a la personalidad. Los fascistas exaltan al nacionalismo al que hacen sinónimo con el racismo, el clasismo y los prejuicios homofóbicos y en general, toda discriminación de género.  Los fascistas privilegian la explotación del trabajo humano para beneficio de unos cuantos y justifican el dominio político que asegura la prevalencia del sistema. Se contrapone el fascismo frontalmente al planteamiento de una sociedad de iguales, en la que los beneficios del trabajo lleguen a toda la población sin distingos de ninguna clase. Elogian la construcción de un orden corporativo al que no es ajeno el imperialismo. La oposición es eliminada por la fuerza o incluso por la violencia terrorista. Por supuesto, el fascismo es antidemocrático. Históricamente los modelos del fascismo se concretaron en la Italia de Benito Mussolini (quien mantuvo en la cárcel al importante pensador Antonio Gramci), la Alemania de Adolfo Hitler (más de seis millones de personas asesinadas en hornos) o la España de Francisco Franco (en su régimen se asesinó al enorme poeta Federico García Lorca y a miles de partidarios de la democracia) y en varios sentidos podría agregarse al Japón del emperador Hiroito que hizo alianza con el fascismo durante la Segunda Guerra Mundial. Donald Trump es un exponente claro del fascismo actual expresado reiteradamente entre otros rasgos por su permanente alusión racista a los Mexicanos. Hoy el fascismo se concreta en el régimen político que encabeza Giorgia Meloni, Presidenta del Consejo de Ministros de Italia, el partido político nombrado Vox en España, en la agrupación llamada “El Yunque” en México, país en el que además el fascismo se expresa a través de medios masivos de comunicación. El gobierno peruano tiene rasgos fascistas. Y en general lo que se nombra “extrema derecha” es en realidad fascismo. En México es un hito degradante observar la quema de libros de texto a los que se alude como “inculcadores del comunismo”. También está presente en los locutores que proclaman que el “comunismo” se inyecta, como si fuera penicilina. Eso si es caricaturesco pero extremadamente grave. Se ha llegado al extremo de hacer hogueras de libros en pleno siglo XXI con el argumento de que están “ideologizados” con el comunismo. La añeja expresión de Marx y Engels tiene aplicación actual: “un fantasma recorre…..” y es motivo de espanto de las oligarquías, los círculos de poder, los privilegiados por el dominio. Al propio Marx le sucedió que le preguntaran en forma capciosa ¿“quién lustrará los zapatos en la sociedad que usted plantea”? a lo que, enojado, Marx respondió: “Usted, por supuesto”. En una ocasión fui testigo de la expresión de una dama de “la alta sociedad tapatía” que en medio de la conversación preguntó: “¿Y quien nos servirá si se acaban los pobres?” Esa es justo la mentalidad que alimenta al fascismo: el miedo a perder los privilegios, el terror de perder la abundancia basada en la explotación del trabajo humano. Al final de la Segunda Guerra Mundial se consideró que el fascismo había sido derrotado, que los hornos de Hitler en los que se asesinaron a más de seis millones de personas habían quedado atrás. Pero el fascismo estaba presente en la dictadura de Francisco Franco y en los gérmenes de partidos fascistas que fueron divulgados por los nazis que se dispersaron por el mundo huyendo de los juicios y el castigo por crímenes de guerra. Son esos nazis los que hicieron posible la perseverancia de generaciones de fascistas como los grupos que en Estados Unidos se nombraron Ku Kux Clan (quemaban a personas de color; destruían sus hogares) o la llamada Jhon Birch Society, expresión gemela del Ku Klux Clan. En estos tiempos habrá que revisar el libro de Juan Alberto Cedillo, Los Nazis en México, editado por la editorial Penguin Random House, Grupo Editorial México y que en 2007 ganó el Primer Premio DEBATE de Libro Reportaje. En sus páginas se relata cómo se planeó el proyecto impulsado por Hitler para espiar a Estados Unidos desde México, proyecto que se puso bajo el mando del Almirante Whilhelm Franz Canaris. Además, Hitler ansiaba apoderarse de los campos petrolíferos de México para alimentar su maquinaria de guerra. Recordemos que el 13 de mayo de 1942, un submarino alemán nazi hundió el barco petrolero mexicano “El Potrero del Llano” que navegaba en aguas internacionales y que se identificó plenamente como una embarcación mexicana. Todo este entramado lo narra Cedillo en el libro citado. Quizá deba leerse como antecedente importante del análisis de la intervención de los estados europeos más poderosos en México, el libro de Federico Katz, La Guerra Secreta en México, de Ediciones ERA (1982). No sobra recordar el importante libro de Hanna Arendt La banalidad del mal (1991) o los textos que escribió sobre el famoso juicio a Eichmann en Jerusalén.  Nuestros tiempos actuales revelan la presencia del fascismo y su voluntad de llegar al poder para imponer un tipo de sociedad militarista, anti democrática, autoritaria. Una suerte de “reinado del terror” en medio de un nacionalismo trasnochado que ya se impuso en la Alemania de Hitler, la España de Franco o la Italia de Benito Mussolini y ahora de Giorgia Meloni. Así que el fascismo como régimen político de la “extrema derecha” no sólo no se extinguió, sino que está beligerante en los escenarios actuales y no precisamente como una caricatura sino como una amenaza real a la paz, a la justicia, al derecho de los pueblos a decidir su destino.

Ajijic. Ribera del Lago de Chapala. A 27 de agosto de 2023

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