Ya dejemos de normalizar

Este 2024 se incrementó la violencia contra la población atrapada en la guerra entre cárteles de la droga y las embestidas del Ejército Mexicano que, acusan pobladores, es parcial a favor de uno de los grupos del crimen. Foto: Cortesía

La violencia producto de una guerra que no es nuestra, nadie quiere y puede pararla. Junto con la crisis ambiental, creada por la misma sociedad (es decir todas las personas), ya que de por medio está el consumo, y la falta de conciencia de que tenemos problemas comunes, y que ahora hemos normalizado. Arriba y abajo, por diversas razones solo nos encogemos de hombros, arqueamos la mirada, quizá salga un ¡ya basta! Pero esto continua.

Las comunidades, ahora en la frontera, viven en medio de dos carteles violentos y no humanos, y ahora un tercero que en realidad es uno de ellos: CJNG. No nos equivoquemos no hay carteles buenos, y la maldad es lo que los distingue, quizá algunos de ellos lo sean más, pero eso no nos dice nada, su maldad es la de esta categoría de no-humanos.

Asesinan sin distingo mujeres, niños, hombres; igual se parapetan detrás de un autobús llenos de familias, igual llegan a las comunidades y literalmente, arrasan con todo lo que encuentran. La gente de esos lugares tratando de resistir, de tener una vida ¿normal?, pierden todo, cosechas, tierra, vida.

Una de las mejores campañas-ideas de parte del EZLN es lo que se ha dado en llamar lucha por la vida. Y en este contexto de falta de agua, de contaminación, de violencia, de capitalismo realmente existente, la vida en Chiapas es ya más que una lucha.

En estos días un llamado cartel de Guatemala, al servicio del Jalisco Nueva Generación, que tienen una lucha contra el cartel de Sinaloa, asesinaron a más de 12 personas en una comunidad de Chicomuselo. Aunque ahora la FGE dice que son 11 ¿importa más el número que la desgracia misma?

Hoy el Ejército, la Guardia Nacional, además de administrar puertos, aeropuertos, los inmensos recursos públicos de parte del llamado poder ejecutivo, y que ya no “asesina o desaparece”, simplemente no sirvan para nada, o llegan tarde o de plano dejan pasar a los sicarios armados y movilizados. El ejército está para cuidar a la sociedad, y si bien es la fuerza legítima del Estado, hoy debería estar preocupada por los vuelos de la muerte y la lista de desaparecidos por su responsabilidad y su escasa acción en prevenir y luchar en contra de quienes atentan la vida comunitaria.

Se los hemos dicho de muchas maneras, hemos escrito acciones urgentes, cartas solidarias, información de periodistas: el narco está porque la clase política ha cedido la soberanía, sí, hay extorsiones, pero también alianzas fácticas que han hecho que el poder del narcotráfico desafíe al Estado mexicano.

Insisto en que normalizar es como dejar pasar lo in-humano, hacernos de la vista gorda. Hoy el gobierno federal y estatal son responsables de la falta de una estrategia, de un programa que limite en toda la extensión las acciones violentas que hoy ejercen los carteles de drogas que no tienen nada para aportar al común, y sí a sus propios intereses, acumular y despojar con la mayor violencia posible.

Lo sucedido en Chicomuselo con las 11 o más muertes, que, por cierto, no lo son por ser víctimas del enfrentamiento, sino que son acciones de vil matanza de personas que son víctimas de la acción criminal de los sicarios de este grupo. Debo insistir en que la guerra no es nuestra, la sociedad no es parte de un u otro grupo, la mayoría trata de irse, pero el desplazarse no es nada fácil, la pregunta es ¿a dónde vamos? Ya que dejar tierra, casa, vida para nadie es una salida humana.

De nueva cuenta ¿qué hace el gobierno federal y estatal? Vemos como se placea el candidato de la coalición en el poder, su lema de una nueva ERA, no sé si tomarla como una advertencia ¿una nueva ERA de qué? Pensar que su programa de gobierno nos lleva a la paz, a la justicia, es no tener idea de que estamos viviendo.

De verdad, ya no normalicemos la violencia, ya sé que es frase valentona “si nos toca a uno, nos tocan a todos”, pero ya es hora de sumar a ese “todos” para que regresemos al menos, a vivir y convivir en la diferencia, pero que nadie tenga que desplazarse, de endeudarse, de migrar, de vender, de morir.

Correo electrónico: ggonzalez@ecosur.mx

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