Morena: el dilema continúa.

Claudia Sheinbaum Pardo

Le pregunta un periodista a la Presidenta Claudia Sheimbaun qué opina de los resultados del Consejo Nacional de Morena y la Presidenta responde: “Sólo envié una carta. Pero lo que decida MORENA hay que preguntarle a ellos”. Respuesta, por supuesto, esperada y correcta. La Presidenta no es formalmente y legalmente según la legislación mexicana la Dirigente del Partido mayoritario en las cámaras sino la Jefe de Estado que responde a la ciudadanía mexicana sin importar el partido al que pertenezcan. O la pregunta del periodista es muestra de ingenuidad o de ignorancia o más bien de “mala fe´”, pues si la Presidenta responde como dirigente de Morena, se le echa encima la oposición con toda la carga legal que dispone. Bien respondió la Presidenta al cuestionamiento mañanero: “Sólo envié una carta” como militante, pero de ninguna manera “instrucciones” a las que el Partido se debe atener. Pero el Consejo Nacional de Morena anuncia que aprobó todas las sugerencias emanadas de aquella carta enviada el pasado 25 de abril por la Presidenta de la República. Ello llama la atención porque una de las resoluciones del pasado VI Consejo Nacional de Morena que tiene la mayor importancia es que dicho agrupamiento político no debe convertirse en un partido de Estado como de hecho lo fue el PRI. Como dicen los cubanos: “Está Claro”: la persona que funja como Jefe de Estado si milita en Morena, no debe confundir su puesto con el de Presidente o Presidenta del Partido. Es más, el Estado Nacional Mexicano no tiene competencia alguna para dictarle al Partido Morena ningún tipo de instrucción. Las decisiones que atañen al Partido las debe tomar el Partido sin la ingerencia del Estado Nacional. Pero justo en la práctica también “está claro” que la Presidenta es la líder política del Movimiento Morena y este, ¿es una instancia distinta del Partido como tal? Es eso lo que está en juego. No solo se trata de dirimir si MORENA es un Partido político o un Movimiento sino cuál es el papel del Estado Nacional en ese contexto. La izquierda en México ha luchado arduamente en contra del Partido de Estado que fue en lo que se convirtió el PRI y en esa calidad impulsaba los fraudes electorales para evitar que fuese la sociedad la que escogiera a través del voto quién gobernaría al país. En la extinta Unión Soviética, en otro contexto, el Partido Comunista es el que decidía el destino que debía seguir la Sociedad y por ello el Secretario General del Partido era, al mismo tiempo, el Jefe de Estado. En México, se pretende-según entiendo-continuar con un sistema democrático en el cuál a través de elecciones libres de fraudes, sea el Pueblo el que elija quién gobierna y qué proyecto de Nación escoge. Por ello, el Jefe de Estado no responde al partido del que proviene, sino a esa entidad llamada Pueblo que en las urnas ha expresado su voluntad mayoritaria. En ese sentido y en ese contexto, la Jefa del Estado le recuerda al Partido por qué llegó al poder su candidato a la Presidencia. Y el Partido/Movimiento responde a través de su Presidenta, Luisa María Alcalde: “Nos tocaba hacer una pausa en el camino y recordar siempre a dónde vamos, por qué estamos en donde estamos, qué significa MORENA y el orgullo que tenemos de formar parte de MORENA”. En las mañaneras, la Presidenta siempre recuerda al Movimiento llamado Cuarta Transformación como la cuna del actual triunfo político de MORENA. La sombra del Partido de Estado está allí. La izquierda mexicana siempre repudió esa situación. De manera que en congruencia hay que trazar la línea fronteriza entre partido y Estado, pero no con el Movimiento que sigue siendo la fuente de inspiración que le transmite al partido los deseos del Pueblo. ¿Es así? El Consejo Nacional de Morena no dejó claro si tal organismo es un Partido Político, o es un Frente Amplio o las dos cosas a la vez. Lo cierto es que una vez constituido el Gobierno, es el Estado el contexto en el que se toman las decisiones y no en el partido, que, sin embargo, tiene el deber de vigilar que no se desvié el Estado de la dirección que con su voto mayoritario le imprime la Sociedad. Todo parece un galimatías. Pero en el fondo lo que debe estar muy claro es que Partido y Estado deben diferenciarse con claridad en el contexto de un sistema democrático como el que se pretende domine en México. El Consejo Nacional de Morena pasado le dio importancia al Movimiento como la fuente de origen del Partido. En fin, lo positivo es que puede consultarse en internet todo el desarrollo del Consejo Nacional de Morena que, indudablemente, reviste interés general se esté o no de acuerdo con el actual gobierno.

Bosques de Santa Anita, Tlajomulco, Jalisco. A 5 de mayo, 2025