
Las nalgadas de Elenita al niño verde
El nieto, que está muy lejos de la fama del abuelo aunque insistan con eso de la estirpe (ya Juan Sabines dejó constancia que eso de tigre ni pintito ni nada), mejor se clavó en su celular para no perder ese vergonzoso lugar de ser el gobernador con más presencia en las redes (¿Cuándo trabaja?), y ocultar su encabronamiento por el escupitajo que recibió.