
Pablo, Pablo y Vicente
En Juan Rulfo y el cine (Universidad de Guadalajara-INMCINE-Universidad de Colima, 1996), Gabriela Yanez Gómez analiza las adaptaciones cinematográficas que se han hecho sobre Pedro Páramo y los cuentos de El llano en llamas.
En Juan Rulfo y el cine (Universidad de Guadalajara-INMCINE-Universidad de Colima, 1996), Gabriela Yanez Gómez analiza las adaptaciones cinematográficas que se han hecho sobre Pedro Páramo y los cuentos de El llano en llamas.
Matar es una de las actividades más antiguas del mundo. Existió antes, si le hacemos caso a la Biblia, que la prostitución. La literatura, cuya vertiente es la realidad, la ha hecho suya, también, desde su nacimiento: La Ilíada y La Odisea, de Homero, su cuna, chorrean sangre.
Mi admirado Emilio Carballido me dijo hace tiempo, en una entrevista, que “en general, la marca de las buenas novelas es la proximidad que tienen con la sustancia dramática”, su esencial cercanía con la dramaturgia, con el teatro.
Dos ideas de Octavio Paz sobre el tiempo en Memorias y palabras, cartas a Pere Gimferrer 1966-1977 (Seix Barral, 1999: 225): “El tiempo, nuestro padre, se ha evaporado: ya no es sentido sino sucesión mecánica, insensata. Ayer, hoy y mañana no son ya sino nombres huecos” y (p. 227): “El 12 de agosto es un día como los otros y es un día único: flota sobre el tiempo y no acaba de ser este ni aquel día. Es todos los días, es ningún día y es el día de hoy”.
Veo Los juegos del destino (Silver Linings Playbook, 2012, dirigida por David O. Russell). Qué buena historia, qué bien actúan Bradley Cooper y Jennifer Lawrence (cumplidora la actuación de Robert de Niro). Una escena me recuerda los muchos reclamos que me han hecho por contestar cualquier mensaje con un simple OK.
La Biblia es el libro más vendido, el más leído, el más citado. Hay novelas, obras de teatro, películas, canciones, poemas y un extenso etcétera, ancilares de este libro de libros. He leído varias versiones literarias en español sobre alguno de sus apartados: El cantar de los cantares, según la versión del poeta y novelista José Emilio Pacheco; los cuatro evangelios en la versión del erudito lingüista Ernesto de la Peña y muy recientemente el Libro de Job (Conaculta, 2011), en versión del poeta Francisco Serrano.
Hay autores que leo y releo sin cesar, que son mi lista de indispensables: Paz (lo leo muchísimo ahora, daré una conferencia sobre su obra), Borges, Harold Bloom, Steiner, Brecht, Lobo Antunes, Shakespeare, Virginia Woolf, Becket…
Ulises y su tripulación logran escapar del canto de las sirenas, siguiendo el consejo de Circe: la tripulación debe taparse con cera los oídos y Ulises, ser atado al mástil. Eso cuenta Homero en el famoso canto XII de la Odisea.
Hasta el número 127 o 128, Casa de citas apareció en un diario físico, impreso, cada lunes durante más o menos tres años. La mandaba, una vez publicada, a un círculo de amigos lectores. A partir de que apareció en Chiapas Paralelo, mandé un correo a mis contactos para decir que saldría cada martes aquí. Escribí al final de mail: “Ahora sí que, como decían en el comercial de Rarotonga (sólo sabrán de qué hablo los que rebasen los 40): Hazla tuya cada martes.”