
El último que cierre
Las imágenes siguen pasando con esa lentitud, esa parsimonia que a veces también semeja nostalgia. Ante el evento de masas del año, las cosas por su nombre: estamos ante la presencia del más irracional de los deportes, el más salvaje de todos por el efecto catártico que produce. Al final, todos estamos locos. Y es literal. No paramos de hablar de futbol y la cabeza nos zumba cada vez que alguien toca el tema.