
ERA y Gleason, el enfrentamiento previsible
Los irreconciliables Roberto Albores Gleason y Eduardo Ramírez Aguilar marcaron el jueves pasado el camino que desean seguir hacia la gubernatura por Chiapas para el 2018.
Los irreconciliables Roberto Albores Gleason y Eduardo Ramírez Aguilar marcaron el jueves pasado el camino que desean seguir hacia la gubernatura por Chiapas para el 2018.
José Antonio Aguilar Bodegas desea contender a gobernador por el partido que sea. Y es un candidato de cuidado: conoce Chiapas, tiene amigos y seguidores en todos los municipios y es el único, fuera del Verde y del PRI, capaz de construir una estructura competitiva para las elecciones de 2018.
El espionaje sistemático a periodistas y activistas sociales del que ahora se acusa con sustento a Enrique Peña Nieto, tiene sus paralelismos con el gobierno de Juan Sabines Guerrero, cuando controló el feudo chiapaneco con campañas de difamación, vigilancia y amedrentamiento a sus críticos.
Algún día, algún presidente municipal, algún gobernador que busque realmente solucionar el problema de las inundaciones y del transporte público en Tuxtla Gutiérrez, deberá ensayar proyectos novedosos.
María de Jesús Olvera, diputada priista y lideresa de la CTM, inscribió hoy su nombre en la historia de la infamia en Chiapas, al demandar del periodista Silvano Bautista Ibarias cinco millones de pesos por daño moral.
Emilio Salazar Farías, Carlos Morales Vázquez, Francisco Rojas Toledo, Carlos Penagos y Zoé Robledo son los políticos que podrían convertirse en candidatos a la presidencia municipal de Tuxtla Gutiérrez.
El éxito de una campaña publicitaria está en la capacidad de vincularse a las aspiraciones axiológicas de las personas; a sus deseos de seguridad, poder, justicia, libertad, salud o estabilidad económica.
La campaña del PRI en el Estado de México, que culminó anoche con el ajustadísimo y cuestionado triunfo de Alfredo del Mazo, encareció demasiado el voto, al “comprarlo” en 12 mil 500 pesos, cuando en 2011 fue de poco menos de mil pesos.
Por Sarelly Martínez/A los quince, a los dieciséis —no lo sabe con precisión— perdió la vista, en un camino de herradura de Cintalapa.