
Góber: descanse un poco, por favor
El góber dijo que todos los chiapanecos estábamos invitados a su boda, pero lo pensó mejor y decidió encerrarse, con sus 60 invitados, en la catedral de San Cristóbal para jurarle amor eterno a Anahí. Muy su derecho de contradecirse y casarse por la madrugada. Muy su derecho de no gozar de luna de miel y seguirle dando al trabajo.