Recorren más de 50 kilómetros entre montañas para ponerse a salvo de los cárteles, pobladores de Chiapas

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La mañana del viernes 26 de mayo, pobladores de la zona fronteriza de Chiapas vieron que no solo no paraban los enfrentamientos entre grupos rivales de la delincuencia organizada que se disputan el control de la zona, sino que se estaban llevando a sus jóvenes para obligarlos a participar.

Desde días antes las detonaciones constantes llegaban a sus hogares localizados en al menos una docena de comunidades rurales del municipio Frontera Comalapa, y se extendieron hacia Mazapa de Madero y Chicomuselo, todos colindantes con la frontera con Guatemala.

En un primer momento se encerraron en sus hogares, como lo han hecho en ocasiones anteriores desde que en julio de 2021, los carteles de la droga -que ahora se sabe por las amenazas directas, mensajes y pintas que van dejando, son el Jalisco Nueva Generación (CJNG) y del Sinaloa- iniciaron confrontaciones armadas.

Algunos pobladores tomaron de manera tímida imágenes que permiten ver el poderío de los grupos criminales, se trata de camionetas adaptadas con placas de metal para crear un caparazón desde cuyo interior instalaron metralletas y artefactos explosivos que van lanzando. Para completar el remedo de los tanques de guerra, las camionetas están pintadas de color verde olivo.

Por las calles y terracerías de la zona fronteriza estos vehículos se han ido persiguiendo, mientras se escuchan ráfagas constantes, explosiones, y en las principales vías de comunicación, queman vehículos que colocan como retenes.

“Yo no sé si son de un grupo o de otro, de una comunidad o de otra”, comentó mediante un mensaje, uno de los pobladores que a través de esta vía pidió ayuda a reporteros para dar a conocer lo que está pasando.

“Por favor, yo no sé si usted podría avisar al ejército que vengan, porque en las comunidades Candelaria y Lajerío se llevaron a los muchachos, los sacaron de sus casas y los tienen en una bodega donde les están obligando a agarrar armas”, explicó otro habitante de la zona.

En el último mensaje que alcanzó a enviar el viernes al amanecer, dijo que habían decidido abandonar sus hogares.

En una imagen que también enviaron por mensaje, se ve un cuerpo tirado en el camino que comunica hacia el municipio de Comitán. Se trata de un hombre que está al lado de una motocicleta. Explican que el cuerpo tiene más de un día tirado en el lugar, pero que nadie se atreve a salir a recogerlo.

 

Temen que lleguen a masacrarlos

Durante el viernes apenas amaneció, echaron en bolsas de plástico, mochilas o morraletas, algunas de sus pertenencias; los que tenían algún caballo subieron a sus hijos y personas de la tercera edad, y empezaron el camino hacia comunidades que creen pueden ser más seguras.

Para llegar a las comunidades a buscar refugio cruzaron un río y durante más de 8 horas caminaron entre matorrales y montañas, evitando los caminos principales donde pueden encontrarse con integrantes de los cárteles.

Este sábado por la mañana, un poblador de una comunidad que pide no se diga cuál es, mediante mensaje telefónico avisó a organizaciones de la sociedad civil que a este lugar llegaron alrededor de 350 personas.

“Son cientos de personas que han llegado a refugiarse, son familias enteras, niños y niñas, personas mayores y mujeres dentro de ellas muchas embarazadas, algunos enfermos, buscando dónde salvaguardarse de la violencia. La población civil consciente de (nombre de la comunidad) se ha organizado para brindarles alimentos y hospedaje, pero en este momento temen por sus vidas al estar brindado este tipo de ayuda”, explica.

El temor ahora es que a la comunidad de refugio lleguen los integrantes de los grupos criminales a masacrarlos o a llevarse a los jóvenes para obligarlos a participar en los enfrentamientos.

“Toda esta gente son personas que nada tiene que ver con el conflicto, gente inocente que solo está buscando salvar su vida en medio de la balacera (…) La mayoría son personas que vienen huyendo de las localidades de Nueva independencia conocida como Lajerío, Nueva Libertad, 24 de Febrero”, explica.

“A pesar de que el gobierno del estado tiene conocimiento de estos hechos, hasta ahora no ha llegado ningún tipo de ayuda por parte del gobierno para estas personas que se encuentran refugiadas y que muchas de ellas requieren atención. De igual manera reportan que en otras localidades se encuentra brindando ayuda a la gente refugiada desplazada de sus comunidades”.

“Insisto, la preocupación de quienes están brindando ayuda (es que) temen que sean agredidos por estar ayudando a la gente refugiada que nada tiene que ver con el conflicto entre ambos grupos”, insiste, y pide que su mensaje llegue a las autoridades para que intervengan y detengan la violencia.

“No podemos salir, no hay alimento suficiente, por su medio pida por favor que lleguen los gobiernos porque acá pueden venir a matarnos a todos”, explica por su parte un habitante de la cabecera municipal de Frontera Comalapa.

–       ¿Hay presencia del Ejército mexicano?- pregunto a distintas personas que mandan mensajes. La respuesta en todas las ocasiones ha sido que no, que los policías municipales se escondieron, que el gobierno de Chiapas no ha respondido a sus llamadas, y que “los del Ejército no han venido”.

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