Gobierno-magisterio, lucha de poder y de intereses

A casi un mes de paro magisterial y cuando las posiciones de las partes en conflicto se han radicalizado, en el ambiente queda la humareda de la primera batalla y las esquirlas de los ataques verbales. En esta fase de la confrontación, la esencia del problema se va difuminando y se imponen los gritos a las razones, a los argumentos. El diálogo, para el gobierno federal, ya no es opción ante la promulgación de la llamada “reforma educativa”; tampoco para los maestros, que después de haber sido desalojados del Zócalo, inician hoy una nueva etapa de movilizaciones para mostrar el músculo y el puño, el grosor de su resistencia. Meterán presión al gobierno de Enrique Peña Nieto paralizando ciudades y carreteras, tomando edificios y plazas públicos, retando al muro de contención policiaco; intentarán pasarle el costo social de la protesta al presidente y éste querrá colgárselo al magisterio a través de los medios de comunicación oficiosos, aprovechando el comprensible descontento ciudadano que ve perturbada su rutina.

En este escenario, la gente también asume posturas antagónicas, extremistas; un sector condena la “insurgencia” magisterial y sus efectos colaterales y otro hace alianzas involuntarias y repudia la política gubernamental y sus métodos represivos para acallar la oposición a las reformas que tienen más de laboral que de educativas, pues soslaya cambios en un modelo de enseñanza desfasado de la nueva sociedad que se está gestando.

Sin embargo, en esta coyuntura no hay que pasar por alto aspectos políticos del conflicto para entender el trasfondo de lo que está en juego. Lo que estamos viendo es una crisis en la relación gobierno-sindicalismo que se fraguó para apuntalar al régimen priista y se consolidó a través de la entrega de privilegios y la permisividad de la corrupción en el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación. Por décadas, el gremio magisterial se constituyó en el brazo electoral del PRI y en esa medida el SNTE incrementó su poder convirtiéndose en un actor clave en la sobrevivencia del gobierno y después derivó en un poder fáctico que llegó a desafiar al Estado.

A la caída de Elba Esther Gordillo, la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación, el denominado magisterio democrático, asumió con beligerancia la defensa del estatus quo educativo oponiéndose a la llamada reforma educativa, que no es otra cosa que un mecanismo coercitivo de la administración Peña para tomar el control pleno del sindicato a través del desmantelamiento de la estructura y normatividad institucionales que sostenían las lealtades y los privilegios del magisterio.

Por esta razón es que el modelo educativo de México no es el punto central del conflicto, por eso es que ni el gobierno ni los maestros han enarbolado propuestas para transformar el sistema de la enseñanza ni los otros aspectos importantes que le son inherentes; la educación es sólo la justificación de ambos para legitimar una lucha de poder que puede degenerar en inestabilidad social.

PRECISIÓN A UN DIPUTADO.- El diputado Luis Fernando Castellanos Cal y Mayor, presidente del Congreso local, pidió en las redes sociales hacer una corrección sobre lo publicado en la columna anterior. Tiene razón, el decreto donde se autoriza al gobierno a contratar préstamos con Banobras comprometiendo los recursos del Fondo de Aportaciones para la Infraestructura Social del Estado, no fue iniciativa del Ejecutivo sino de los propios legisladores, particularmente de la Comisión de Hacienda cuyo presidente es Emilio Salazar Farías y el vicepresidente es el propio Castellanos. Ofrezco una disculpa a los lectores por la imprecisión; también al diputado, no era mi intención restarle méritos a su productiva y genuflexa carrera política. La aclaración, sin embargo, no altera la esencia del comentario sobre la cuestionable legitimidad de seguir pidiendo prestado sin investigar y deslindar responsabilidades sobre el descomunal endeudamiento que dejó en bancarrota al estado. Hecha la precisión, queda claro que con su iniciativa el Congreso quiere atenuar el costo político que tendría para el Ejecutivo haber asumido la autoría de la solicitud.  Algunas dudas: con la aprobación del decreto aludido ¿conoceremos oportunamente el número y el monto de los préstamos adquiridos, o se ha dado vía libre para que se contraten sin la debida transparencia? ¿Con qué intención se autorizó también “un fideicomiso irrevocable de Administración y fuente de pago”? ¿Acaso para manejar con opacidad los recursos bajo el manto que otorga el secreto fiduciario? ECOS PATRIOS.- “En la noche del 15 de septiembre no ‘hubieron’ incidentes que lamentar en cada una de las cabeceras municipales de los 122 municipios de Chiapas, por el contrario la ciudadanía en un ambiente de regocijo acudió a las plazas centrales gritar los vivas a nuestros héroes de Independencia, lo cual nos da la oportunidad de seguir trabajando en beneficio  de Chiapas”, lo dijo el secretario general de Gobierno, Eduardo Ramírez Aguilar, al hacer el balance de la conmemoración del Grito en territorio estatal… Si en política la forma es fondo, si aún persisten algunos usos y costumbres para enviar mensajes desde el poder, el palco de honor desde donde funcionarios y políticos presenciaron el desfile conmemorativo de la Independencia, resultó significativo. Los senadores Zoé Robledo Aburto (PRD), Luis Armando Melgar (PVEM) y Roberto Albores Gleason (PRI) tuvieron –por el lugar que les designaron respecto al titular del Ejecutivo— mayor preeminencia que los representantes del Poder Legislativo (Castellanos Cal y Mayor) y del Poder Judicial (Rutilio Escandón Cadenas). Y no es porque haya algún distanciamiento con estos dos personajes sino porque el gobernador se ha asociado con los tres legisladores federales para incidir en las decisiones legislativas federales que afectan a Chiapas; algo ha de saber de cómo se mueve la política en ese ámbito después de seis años de ser senador… la exalcaldesa interina de Tuxtla, ex directora de Atención Ciudadana del gobierno del estado, exsecretaria de Economía, exdiputada local, sabinista de hueso colorado, Rosario Pariente Gavito, hoy legisladora federal, reapareció muy cerca del gobernador durante la conmemoración de la federación de Chiapas a México. Se mostró muy entusiasta a la hora de aplaudir el discurso de Manuel Velasco.

 

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