Las comunidades Escobillar, Sonora y Monte Ordóñez, del municipio Amatenango de la Frontera, también abandonaron sus casas, sus terrenos. Antes de salir abrieron sus corrales para que las vacas y bueyes busquen solos agua y alimento, soltaron a sus animales de traspatio. No los pueden llevar con ellos ni a los perros, y en kilómetros a la redonda ya es zona de enfrentamiento entre los cárteles de la droga. Por entre los potreros hay una larga fila de personas de rostro serio. Caminan cargando en bolsas algunas de sus pertenencias. No ven posibilidad de un pronto regreso. …… A Monte […]
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