Solo por este año, no seré florero

Héctor Josué Nigenda Gutiérrez,.
Foto: Facebook.

*Te esperare con muchas ansias mi 14 de diciembre 2021: escribió el participante.

*La Topada de la Flor es pieza fundamental para la tradicional Fiesta Grande de Chiapa de Corzo; también cancelada por la pandemia.

Héctor Josué Nigenda Gutiérrez, es un joven originario de Chiapa de Corzo, quien a través de un post en su cuenta de Facebook, expresó su sentir sobre la cancelación de la tradicional Topada de Flor debido a la pandemia por el COVID-19.

Nigenda Gutiérrez inició al decir que su lazo, mecapal, ánfora, afocador y paliacate se quedarán guardados un año más.

Solo por este año no se escuchará ese carrizo y tambores que alegran las entradas de cada paraje. Solo por este año, no escucharemos ese grito de alegría de nuestro patrón al término de cada rezo “buenas noches muchachos” “viva el niño Dios y todos sus floreros muchachos” solo por este año no sentiremos esos látigos que nos llenan de fuerza y fe, escribió.

Mencionó que este año las veredas quedaran tristes al no sentir el caminar de todos esos fieles floreros que con mucha fe pasan con cansancio, no tomará ese pozol de cacao que esperaban con ansias en el párate “El Rodeo”

Solo por este año nos quedaremos con nuestras familias que con mucho amor llegan a toparnos el día 21 de diciembre solo por este año no seré florero (…) Con lágrimas recorriendo sobre mi rostro escribo esto y le pido a Dios y al niñito florero que el próximo año nos de vida para vivir esta bella tradición con mucho amor, fe y cariño, finalizó.

Tradición

El maestro Cristiano Molina Pavón, hacedor de santos y de máscaras, esculpió al Niño Florero que se venera actualmente.
Foto: Ex Convento Santo Domíngo

El Centro Cultural “Ex-Convento Santo Domingo” describió la tradición de “Los Floreros” de Chiapa de Corzo.

El Niño Florero se encuentra en casa del patrón, Don Tomás Nigenda Sánchez, guardián principal de esta tradición religiosa, ubicada en el barrio de Santo Tomás, desde que éste asumiera su cargo en 1995.

Este cargo es vitalicio, pero cuando el patrón consiente que ya no puede participar por alguna enfermedad, puede ceder su trabajo a un nuevo patrón.

Patrono de los Floreros
Cortesía: Ex Convento Santo Domíngo

Menciona que esta tradición proviene de una leyenda que relata la llegada de un hombre y una mujer con un niño recién nacido, a las orillas de la laguna de Navenchauc, del actual municipio de Zinacantán.

La tradición oral tzotzil refiere que la pareja dejó al niño sobre un árbol para luego introducirse a la laguna, no sin antes acordar que él se convertiría en el Sol para darle calor al niño durante el día y ella en la Luna para protegerlo y cuidarlo por las noches.

A medida que la pareja se hundía en las aguas de la laguna, el niño los despedía agitando sus manitas mientras se convertía en una flor de pluma, por eso es que la flor parece una manita.

El viaje ritual comienza el día 14 de diciembre y culmina el 21 del mismo mes, en un evento denominado “Topada de la Flo

En la década de los cincuenta participaban en este viaje aproximadamente treinta floreros, ya cerca de los setenta, eran sesenta, pero en 1975, cuando acontecieron fuertes temblores en Chiapa, el número de jóvenes participantes aumentó inesperadamente. En los noventas ya llegaban entre 200 y 400 Floreros y actualmente son más de 500 hombres, dirigidos y guiados por Don Tomás Nigenda Sánchez, patrón de los Floreros.

Este 14 de diciembre, la tradición dicta que cerca de las cinco de la mañana, hombres de todas edades van llegando casa del patrón, para salir de ahí hacia el panteón, donde descansan los Floreros idos.

Va la fila de hombres y el patrón delante con el niño acompañados de música de tambor y pito y música de viento.

El Centro Cultural apunta que en las tumbas de los patrones fallecidos y de los floreros más respetables, se cantan algunos alabados y se exclaman vivas para el Niño Florero, el patrón y los patrones muertos.

Posteriormente se dirigen a la Iglesia de El Calvario donde les ofician una misa para bendecirles y desearles buen viaje. Después el patrón reúne a los floreros para acordar la hora en que se congregarán en el mismo lugar y emprender la salida del pueblo hacia la búsqueda de las flores de Niluyarilo. Después de estos acuerdos, vuelven a casa del patrón y cada uno parte a su casa para la preparación de su “bastimento” o equipaje.

Cada Florero debe ir equipado con los utensilios necesarios para sobrevivir en las montañas durante siete días, llevan alimentos para consumo o intercambio, porque estando allá arriba pierden contacto con su familia, solamente dos días son visitados en lugares ya determinados en donde les llevan alimentos y conviven con sus familiares, cargan además machete, un gancho de madera, garrafa o ánfora para el agua que tomarán, lazo, mecapal, un trozo de plástico y la chamarra.

Cerca de las dos de la tarde casi se han reunido los floreros con sus familias nuevamente en la iglesia de El Calvario, sumándose dos mil o más personas.

Las campanas de la iglesia anuncian la salida y empieza la caminata hacia el gran árbol de Higo, donde los priostes colocan la caja que contiene al Niño y la gente hace cola para poder despedirlo, tocarlo con albahaca o flores y llevarse una reliquia.

Posterior a ello, se inicia la caminata hacia el predio de la Topada de la Flor acompañados de sus familiares. Después de esto la gente vuelve al pueblo. Este es el momento y el sitio donde comienza el destino de viaje de los Floreros.

Va la fila de floreros y se detiene en el segundo paraje conocido como El Nanche, enseguida se ve el lomerío de la colonia El Carmen Tonapac, el próximo momento es el paraje El Rodeo donde los floreros descansarán.

A las 10 de la noche alumbrados por afocadores y una vez que ya prepararon su lugar para dormir, el patrón los reúne para el rezo.

La noche ha entrado en calma, los Floreros duermen, el patrón vigila. El Niño Florero los protege.

Topada de Flor.
Cortesía: Ex Convento Santo Domíngo