El libro de Luis Daniel podría analizarse por sus títulos: “Guaguancó, pero guaguancó enamorado”, alude al famoso soneto de Quevedo; “¿Sueñan las niñas de provincia con ovejas eléctricas?”, a la historia célebre de Philip K. Dick; “La profunda tristeza del Dios del trueno”, se refiere a Thor…

Plutarco: “Nada da ni quita haber nacido en una patria oscura e ignorada, o de una madre fea y pequeña”

El Jaibo cambia su vida cuando descubre que los libros, lo que se supone son historias ficticias, pueden transformar nuestra realidad cuando creamos un pasadizo secreto que nos hace cruzar de Buenos Aires a París o, en su caso, de Comitán a los territorios del sueño cumplido

Rosario Castellanos: “Desconfía del que ama: tiene hambre, no quiere más que devorar. Busca la compañía de los hartos. Ésos son los que dan”

Miguel Gurza: “Trabajamos con Gérard Dépardieu en La cabra. Ahí participó una cobra. Era una cobra que no cobraba” y “En La casa endiablada, en Estados Unidos, se usaron casi 2 millones de moscas. Pero una era la mera actriz”.

Luppi, en Lugares comunes: “La lucidez es un don y es un castigo. Está todo en la palabra. Lúcido viene de Lucifer, el arcángel rebelde, el demonio. Pero también se llama Lucifer el lucero del alba, la primera estrella, la más brillante, la última en apagarse…»

Kafka: “Se deberían lanzar los conjuros al suelo, se debería danzar sobre el suelo y cantar al suelo. La ciencia, por lo que sé, no afirma otra cosa, y lo más extraño es que el pueblo dirige todas sus ceremonias hacia las alturas”

Vive aquí una cocodrila que, dicen, como si viviéramos en la época antigua de los griegos, donde eran normales las cruzas entre dioses, humanos y animales, que es hija de una cocodrila que ya murió y de Álvaro Carrillo, el compositor de boleros…

Jodorowsky, a propósito de su madre (cito de memoria): “Era un cisne humilde, en medio de muchos patos vanidosos”