Artículos publicados por: Héctor Cortés Mandujano

Ilustración: Luis Villatoro

Un corazón tan de veras

Tarkovsky: «Deben volver a donde estuvieron. Al punto donde tomaron el desvío erróneo. Debemos volver a los principales fundamentos de la vida, sin ensuciar el agua. ¿Qué clase de mundo es este si un loco les dice que deberían estar avergonzados?”

Ilustración: Manuel Velázquez

Este matadero salvaje

Hemingway: “Escribir no tiene trucos. Sólo te sientas frente a la máquina y sangras”.

Ilustración: Manuel Velázquez

Declaración de amor al Jardín Botánico*

Si ya no quedara ningún ejemplar vivo, podría yo dar sus señas precisas, dibujarlas con la tinta de la memoria que recuerda sus voluminosos cuerpos dando vueltas, enlazándose, nadando sin cesar en las aguas transparentes del ojo de agua que nace en mitad del Jardín Botánico. Un aciago día, sin embargo, los adolescentes de aquella época, que pasábamos horas felices allí, recibimos la noticia con pasmo, con dolorosa sorpresa: uno de ellos, un gordo manatí había muerto.

Ilustración: Manuel Velázquez

Coetzee

Tierras de poniente (Mondadori, 2009), de J. M. Coetzee, fue la primera novela que publicó, en 1974, este escritor que en 2003 ganaría el Premio Nobel de Literatura.

Ilustración: Manuel Velázquez

El latín en América Latina

Omar Cabezas parece chiapaneco, decía, porque también para decir que algo es muy bueno o muy malo, tremendo o maravilloso, lo adjetiva con la palabra más usada en Chiapas. Si Octavio Paz hubiera escrito El laberinto de la soledad en nuestro estado no hubiera hablado de la chingada, sino de la verga. Morían de hambre, mataron un mono (p. 98) “y nos dimos una comida de mono búfala… no jodás… de a verga…”

Ilustración: Manuel Velázquez

Las esperanzas de ser más inteligente

Chéjov: “Nos hemos acostumbrado a vivir con las esperanzas puestas en el buen tiempo, en la cosecha, en una buena aventura amorosa, con la esperanza de hacernos ricos o de que nos den el cargo de policía, pero las esperanzas de ser más inteligente yo no las noto en la gente”.

Ilustración: Manuel Velázquez

Las trampas del orgullo

Sabato: “Qué misterioso es el mundo. Solamente la gente superficial no lo ve. Conversás con el vigilante de la esquina, le hacés tomar confianza y al rato descubrís que él también es un misterio”.

Ilustración: Manuel Velázquez

Adán y la serpiente

Mark Twain escribió (p. 157): “Adán no era más que un simple humano. Si quiso la manzana, no fue por la manzana, sino porque era la fruta prohibida. El error estuvo en no prohibirle la serpiente, porque entonces Adán se hubiera comido a la serpiente”.

Ilustración: Manuel Velázquez

Ficción, realidad, qué importa

Kundera: «¡Mírales, míralos a todos! Al menos la mitad de los que ves son feos. ¿También forma parte de los derechos humanos ser feo? ¿Sabes tú lo que significa cargar con tu fealdad toda la vida? Tampoco has elegido tu sexo. Ni el color de tus ojos. Ni tu siglo. Ni tu país. Ni tu madre. Nada de lo que realmente cuenta. Los derechos de los que puede disponer el ser humano sólo se refieren a nimiedades por las que carece de sentido luchar unos contra otros o escribir solemnes declaraciones.»