
Un abrir y cerrar de ojos
El calor era intenso, según la aplicación del celular de Abril, marcaba los 38 grados. Seguramente eso era a la sombra, pensó. El clima tan cálido le provocaba somnolencia, también le hacía evocar algunos paisajes que describía en su literatura Gabriel García Márquez. Esa tarde, decidió dejar a un lado celular y redes sociales y tomar una siesta.